El actual futbolista del Eibar José Ángel "Cote" (que militó durante varias campañas en la Roma y el Oporto), el guardameta del Girona y ex del filial del Barcelona José Aurelio Suárez o, si echamos la vista atrás con el caso más llamativo de Juanele, conocido como "el pichón de Roces", pusieron al barrio y al club en boca de muchos a nivel nacional e internacional. Ahora, el equipo cadete "B" gijonés ha puesto nuevamente al TSK Roces en la palestra al lograr alzarse con el prestigioso torneo de la "Adriá Cup", disputada en Rímini (Italia), al superar en la final al VFR Krefeld-Fischeln alemán por 1-0 con gol de Pelayo Cueli. "Ha sido el gol más importante de mi vida", reflejó a su llegada el canterano del Roces.
Y su llegada a Gijón, después de 1.800 kilómetros de viaje, cansancio y sueño acumulado, tuvo como premio un recibimiento a la altura. Fue en Covadonga (campo del Roces) donde les esperaban más de una treintena de amigos y familiares -entre los que se encontraba el presidente de la entidad- que se unieron a los padres que se bajaron en primer lugar del autobús, procedente de Italia, para rendirles su tributo con el pasillo de campeones.
Una gran pancarta lucía en las redes de uno de los fondos del campo: "¡Campeones Adriá Cup 18!", mientras las pancartas personalizadas, los globos, el confeti e incluso los petardos y la pirotecnia entraron en acción mientras de fondo sonaba el "We are the Champions" de "Queen". No faltó detalle al merecido homenaje. "No esperábamos este recibimiento", detallaba Hugo López, uno de los componentes del equipo. "Esta victoria nos va a dar confianza para afrontar lo que resta de Liga", confesaba.
La Copa de campeones del torneo italiano se alzaba al cielo de Gijón mientras retumbaban los tambores al grito de "Sí, sí, sí, la Copa ya está aquí". Uno de los grandes artífices del éxito fue Pelayo Cueli con su gol a los 18 minutos de la final. El canterano, que ha pasado por todas las categorías del Roces, se mostraba tremendamente ilusionado por marcar "un gol de equipo, no fue de mis mejores goles, pero sí el más importante ya que hemos puesto el nombre del club en Europa". Tras vivir una experiencia que consideran prácticamente irrepetible, aunque no descartan defender el título el próximo año o acudir a otro torneo de similares características, el delantero considera que ha servido para "unir aún más a un equipo que ya de por sí es una piña".
Las comparaciones para deducir si el viaje había sido más duro incluso que el torneo salieron a la luz. Para Nico Argüelles, estaban a la par y comentó que "en el autocar dormimos, cantábamos, vimos películas o jugábamos a las cartas para matar las horas, se hicieron largas, al igual que los partidos principalmente las semifinales y la final".
Ahora sus pensamientos se centran en terminar la temporada en segunda cadete de la mejor forma posible. Hasta el momento, se mantienen en una tranquila undécima posición a falta de nueve jornadas para el final. Su intención es muy clara: terminar de la mejor forma posible. Todo ello, después de poner al TSK Roces en el historial de vencedores de una "Adriá Cup" que quedará para el recuerdo, con la Copa en las vitrinas como el primer trofeo internacional que logra el club.
