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El hombre de hierro del "Oly"

El vocal y socio Pablo Fernández competirá en el duro Ironman de Lanzarote para sumar un nuevo reto a su historial, actividad que compagina con su trabajo de enfermero

Pablo Fernández posa en el puerto deportivo con la bici con la que competirá en Lanzarote. DAMIÁN RODRÍGUEZ

Los Ángeles, Frankfurt, Madrid, Sevilla, Bilbao, Ibiza, Francia, Holanda o Portugal son solo alguno de los lugares que ha pisado. Todos ellos para competir por cuenta propia. Maratones, carreras de montaña, triatlones o medio ironman se encuentran en su historial. Y ahora, se prepara para afrontar su primer ironman, el de Lanzarote, considerado como el más duro del mundo (con la excepción del de Kona, en Hawai) debido al fuerte viento que suele ponerle un punto mayor de dificultad a una prueba ya de por sí exigente con 3.800 metros de natación, 180 kilómetros de bicicleta y una maratón (42 kilómetros).

Es su pasión, su hobby cuando este enfermero en salud mental cuelga su bata. Son hombres de hierro que exponen su cuerpo al límite, pero Pablo Fernández sabe manejar a la perfección tanto el aspecto físico como el mental. "La faceta física es muy importante, pero la mental es esencial", expone. Y en ello trabaja desde hace varios meses, para llegar en buena forma el 26 de mayo a Lanzarote. Su intención es "acabar la prueba en unas 12 horas" de exigencia máxima. Su mayor preocupación se encuentra en el segmento de bicicleta ya que "es lo más duro, hay varios puertos, el desnivel es de 2.500 metros y el viento juega un papel muy importante, es mi punto débil", comenta.

Pero se muestra plenamente confiado y preparado para superar el aspecto psicológico. Durante medio día que estará disputando la prueba, pasará por diversas fases que debe de superar además de la faceta física. "Piensas en muchas cosas, en retirarte a veces, otras en las que tiras para adelante, creo que en ese aspecto tengo bastante fuerza mental, y después hay que tener en cuenta no tener problemas estomacales o mecánicos", explica tras las experiencias vividas en el pasado y que le han llevado a mimar cualquier tipo de detalle.

El olayista ha compaginado sus horas de trabajo con las de los duros entrenamientos que le llevan a arañar cada minuto para completar las fases de carga de los tres deportes primordiales en estas pruebas. "Son muchas horas de esfuerzo por lograr un fin, a veces el tiempo impide lograr rodar 5 o 6 horas en bicicleta de continuo, otros días corro 25 kilómetros y otros nado 4.000 metros, esto se repite cinco o seis días a la semana, sin excepción", comenta sobre los duros entrenamientos a seguir de preparación.

Vocal desde hace siete años y socio del Santa Olaya desde que nació -competirá con los colores verdiblancos de la entidad por su afinidad al club- a sus 33 años tiene ya en mente incluso nuevos retos para este año, con la maratón de Nueva York en su mente o, como variante, competir en un triatlón en Dubai. Su mente no entiende de límites y apoyado en la película "el único superviviente" Pablo Fernández se aferra a la frase "deseando que llegue el fragor de la batalla" para lograr finalizar un nuevo reto en su apasionante vida por el deporte extremo.

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