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Por los montes de Cangas de Onís

Por los montes de Cangas de Onís

Lo mejor es empezar en Cangas de Onís para tomar por el sendero de las Peregrinaciones en dirección al monasterio de Villanueva, rodar en plano por la vera del Sella, siempre es una gozada, también puede subir a Llueves por la carretera desde Cangas, nuestra ruta sigue al Poniente hasta los mismos pies del Monasterio de Villanueva, para una vez en el pueblo virar al Este subiendo por entre las casas el pueblo arriba, tomando se supone, que el trazado del GR-109.

Aunque la ruta se va empinando, y tras unos primeros momentos de buen firme, y ganado un pequeño altozano la cosa se pone peor y esperemos que se repare pues por la saca de madera la zona quedo destrozada y el camino más, lo que nos obligará a tirar de las bicis hasta cerca de Llueves.

Ganado el pueblo de Llueves, se sigue rumbo Este por caminos muy compactados que nos permiten subir cómodos por las laderas del Pico Arbolín, con vistas sobre el valle cangués, y los picos y cumbrales que lo rodean.

La ruta toma altura para ir ganando el Collado de Olicio, se baja por la buena pista, pero doblando más abajo por el ramal de la derecha para continuar por las laderas del Cuetu el Abedul, hasta la cabaña del Artedoxu, desde donde continua la ruta hacia la Collada Cardés, para ya en descenso ganar otra significada collada, en este caso la de Laín, la cual es cruzada de Norte a Sur por el carretil que viene de Tresanu y el Molino de Mingo.

Desde aquí se baja por la vertiente Sur, por el carretil asfaltado, pero girando en la primera bifurcación a la izquierda para ganar el altozano caserío de La Jabariega, todo ello siguiendo las señalizaciones del GR-109 Asturias Interior, desde este pequeño núcleo se baja por asfalto hasta el impresionante Palacio de Labra.

Desde la impresionante iglesia se busca el centro del pueblo de Labra, para bajar por un viejo camino empedrado que cruza la carretera AS-340, y se toma el otro ramal caminero pasando por delante de la bonita fuente de Piperes, hasta llegar al punto neurálgico flujos camineros de gran importancia como fue Corao, desde conde arranca de nuevo una ascensión con una serie de puntos de descanso como son la iglesia de Santa Eulalia de Abamia, que fue sepultura del rey de D. Pelayo y su esposa Gaudiosa.

Tras un descanso se reemprende el ascenso hacia el Cueto Abamia, donde se deja el asfalto para seguir por camino en largo ascenso hacia la majada de La Cañal, la subida continua hasta ganar la majada de Uporquera, luego antes de seguir pista adelante hacia la Cuesta la Mujosa, hay un pilón de agua a la derecha, aquí se deja la pista y se toma el sendero que va en ascenso hacia la Cruz de Priena, eso sí empujando la trotona hasta la misma cumbre, pues no hay manera de subirse a ella por los firmes y por el matorral, finalmente se remata el esfuerzo al llegar a la Cruz de Priena, donde las vistas sobre el Real Sitio de Covadonga, el Monte Auseva, sobre los Picos de Europa, son impresionantes.

Como impresionante es el trazado que ahora queda para bajar hasta el Repelao, un retorcido sendero estrecho que se echa abajo en vertiginoso descenso, con tramos complicados y bastante técnicos dada la cantidad de piedra suelta, y como no, por las cerradas curvas, poco a poco cada uno va afrontando la bajada como bien sabe y puede, hasta llegar al pie de la carretera del Repelao, sin mucha más dilación se toma por la carretera abajo hacia el cruce de Soto de Cangas, donde se toma en Celorio la otra orilla del río Gúeña, para seguir por su orilla hasta concluir en el mismo lugar del que se partió: Cangas de Onís.

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