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Iván prepara los guantes tras perder el bazo en un partido

El guardameta gijonés de La Asunción, que en enero fue sometido a la extirpación, comienza a retomar los entrenamientos paulatinamente

El guardameta Iván Álvarez, antes de afrontar un entrenamiento en los campos de la Laboral. JUAN PLAZA

El 7 de enero, durante el encuentro entre el Covadonga y La Asunción, de primera juvenil, una jugada fortuita acabó con el guardameta Iván Álvarez en el HUCA. Allí se le extirpó de urgencia el bazo. Tres meses y medio después, el gijonés comienza poco a poco la actividad física para volver a su hábitat natural bajo los palos. "Tengo unas ganas tremendas de volver a jugar, han sido unos meses muy largos, ahora llevo una vida distinta en la que tengo que tener cuidado para hacer un montón de cosas, pero poco a poco iré cogiendo confianza para ser el que era", comenta ilusionado el portero gijonés. Iván salió aquel día de su portería para tapar un pase a la espalda de los centrales, fue con decisión, pero llegó tarde y acabó con los tacos del delantero en su costado. Se cayó al suelo de golpe, sin poder respirar.

Los médicos le han aconsejado regresar poco a poco a su etapa deportiva, siempre con un punto de cautela, pero en el que la confianza va a ser un factor determinante para marcar los tiempos de regreso a los terrenos de juego. Iván Álvarez lo sabe y no quiere caer en la tentación de cometer una locura. Ya ha empezado a correr por su cuenta y ha tocado ya balón, eso sí, con los pies. Aún no se ha puesto bajo palos a hacer lo que mejor se le da "defender la portería con todo el cuerpo" señala el portero que destacaba por su atrevimiento en todas las acciones, valiente en las salidas a los balones divididos o en el juego aéreo.

Ahora, con los pies en el suelo, su primer paso se encuentra en recibir el alta federativa, que espera llegue a mediados de mayo. Ahí, lanzará a su actual entrenador una opción para comenzar a ayudar a los suyos. No será bajo palos, sino como jugador de campo. "Tengo pensado este año salir en algún partido de jugador, me defiendo bien y es la mejor opción para volver a jugar al fútbol ya que aún tengo miedo a blocar balones con la barriga o a tirarme a un lado y caer de costado, de jugador puedo protegerme más que como portero, que es más impredecible", explica.

Es su primer paso para recuperar su sitio, que sabe que está bajo la portería. Es su meta, volver a ser el de antes del duro golpe. "Creo que nunca voy a ser el mismo, al menos al principio, después cuando vaya cogiendo confianza pienso ser el de siempre, el portero atrevido", comenta con calma para ir dando pasos al frente porque reconoce que "al final es más una cuestión mental propia que iré venciendo con el paso del tiempo". Y es que por su cabeza pasa una y otra vez aquella fatídica acción y los duros momentos vividos en su estancia en el HUCA, donde recibió la visita de sus compañeros a los que considera "mi equipo, mis amigos para siempre".

Fueron múltiples las visitas y mensajes de ánimo. Recibió una camiseta por parte del Sporting, firmada por Mariño, Whalley y Dani Martín, con visita incluida de Manolo Sánchez Murias y Quini. También le visitó el presidente del Covadonga, rival aquella tarde. "Estoy encantado de todo el apoyo que recibí", aunque reconoce que el jugador con el que tuvo el lance "ni siquiera llamó para preocuparse". También desde Chipre le llegó una camiseta de Nacho Cases, exjugador del Sporting y que fue su técnico en su estancia en el Codema junto al padre del actual futbolista del AEK Larnaca.

El ejemplo de Cech

Iván Álvarez ya está en la recta final y recuerda al meta checo Cech que recibió una fractura en su cráneo, pero que continúa jugando con un protector en su cabeza. El gijonés aprovecha el momento para dar ánimos a todos aquellos que pasan por momentos delicados y en especial hace mención a su compañero Nacho que se acaba de romper el cruzado.

Atrás va quedando la pesadilla y por delante se le abre el sueño de volver a disfrutar del fútbol. "Quiero jugar por diversión, pasarlo bien y llegar lo más alto posible, voy a dar el máximo", indica mientras recuerda que hay porteros que pasaron por lances de este tipo y siguen adelante. El gijonés está listo para volver a ser el de antes. Con los pies en el suelo y con los guantes en sus manos.

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