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Tres directivos que hacen historia en el Estadio

Luis Ania, José Amador y Fernando Fernández han vivido en primera persona la evolución del club ovetense

De izquierda a derecha, Luis Ania, José Amador y Fernando Fernández. JULIÁN RUS

La grandeza de un club se mide también por la gente que está detrás de él y que trabaja desinteresadamente para que todo fluya a la perfección. En el Juventud Estadio, entidad de referencia del fútbol asturiano, hay tres directivos que han vivido en primera persona la evolución del club. Incluso uno, Luis Ania, participó en la fusión entre el Estadio de la Juventud y la Juventud Asturiana que dio lugar al club de hoy en día. Sí, de aquello ya han pasado muchos años, décadas, pero el dirigente lo sigue teniendo muy presente.

Ania es el vicepresidente del Juventud Estadio y el más veterano del club. "Llegué en la temporada 1981-82 y aquí sigo", dice el dirigente. Es cierto que ahora le dedica menos tiempo, pero sigue trabajando por el club. "El Estadio evolucionó mucho a lo largo de estos años", indica.

Ania, tío del entrenador del Racing y exjugador del Oviedo, echa la vista atrás y recuerda anécdotas e historias con las que podría escribir un libro. Por ejemplo: "Yo viví el primer ascenso del juvenil a Liga Nacional", indica. "Fue histórico", añade. O como "teníamos que pintar el antiguo campo del Cristo, que cuando llegaba el invierno se convertía en un barrizal", añade.

Luis Ania comenzó en el club como entrenador. Y uno de los primeros equipos que dirigió fue un benjamín "en el que estaban jugadores que más tarde fueron profesionales". Y cita nombres: Amieva, Iván Ania, Fran Álvarez y los hermanos Rueda.

Jose Amador Álvarez, ahora presidente del Estadio, suma 25 años en el club. "Empecé echando una mano a la directiva, y me quedé", dice. "Viví la evolución del club y la transformación de la entidad y del campo que nos constó mucha pelea con la dirección general de deportes". Al final y a base de muchas reuniones el Estadio logró cambiar la arena y el barro por el sintético, lo que "nos dio un salto de calidad importante".

Al ahora presidente le tocó hacer de todo a lo largo de las más de dos décadas que lleva en el club. Y más cuando el campo del Cristo era de arena. "Todavía recuerdo como algunas jornadas tuve que pintar hasta cuatro veces el campo porque la lluvia o el barro borraban las líneas", recuerda José Amador. "Siempre había que trabajar y hacer cosas", añade.

Al lado de Ania y Amador está Fernando Fernández, secretario de la entidad, que lleva 17 años en el club. Llegó "porque mi hijo empezó a jugar en el equipo alevín, me hice socio y después me liaron", comenta. Hoy en día, su hijo Sergio sigue en el club, en este caso en el regional. Fernando acude todos los días a las instalaciones del Cristo para llevar el día a día. Además, los fines de semana también se acerca al campo. "Me encanta ir a ver los partidos". Y claro, como es normal, tampoco se pierde ningún partido del regional. "Este año estuvimos cerca del ascenso, nos apearon en la promoción", explica el dirigente, que añade que "ya estamos trabajando para intentar el ascenso la temporada que viene".

Luis, José Amador y Fernando coinciden en definir al Juventud Estadio como "un club familiar". Y eso que cuenta con más de 20 equipos sumando los de campo y los de pista. Y es que entre directiva, cuerpo técnico y jugadores y aficionados forman un equipo que aúna esfuerzos por el bien común.

Deportivamente, la temporada ya ha llegado a su fin. Además de quedarse a las puertas del ascenso a Primera regional, la peor noticia fue el descenso a Primera del primer equipo juvenil, que hasta ahora militaba en Liga Nacional. "Ahora trabajaremos para volver a la categoría que merecemos", sostienen.

Al margen del plano deportivo, la campaña ha sido un éxito. Más que nada porque el Juventud Estadio sigue con su filosofía basada en "el respeto, el compañerismo entre los jugadores del club y del resto de equipos".

Así es el Juventud Estadio y así trabajan los tres directivos más veteranos del club. Luis, José Amador y Fernando son solo la cara visible de un equipo de gente que también aporta su granito de arena para que la entidad del Cristo marche por el buen camino. "Todos echan una mano cuando pueden", indican. De momento, los tres seguirán con sus quehaceres en la entidad ovetense que ya forma parte de sus vidas.

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