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Crítica / Teatro

Tibio cierre del salón costumbrista de Candás

Los intentos humorísticos de la compañía "Padre Coll" no convencieron en el teatro Prendes

El grupo de teatro "Padre Coll", de La Felguera (Langreo), fue el encargado de cerrar el domingo el XXV Salón de Teatro Costumbrista Asturiano de Candás, que patrocina LA NUEVA ESPAÑA. La compañía dirigida por Juanjo Navarrete puso en escena la obra "Toconos, muyer, toconos", de Rafael Mendizábal, con versión en asturiano de Ismael María González Arias.

Angustias y Calisto malviven en una zona de chabolas de Langreo, rodeados de atracadores y traficantes que les exigen dinero cada semana, aunque acaban teniendo cierta amistad. Entre el Ayuntamiento y una inmobiliaria quieren tirar abajo las chabolas para edificar. A los protagonistas les toca la lotería, pero deciden quedarse a vivir donde estaban y no resultará fácil que el Ayuntamiento acabe ejecutando el derribo. Incluso se presentan las máquinas para echar abajo las chabolas y los vecinos se defienden hasta con un cañón.

Además de la citada trama, la historia también retrata una relación de pareja entre los protagonistas que se resume como un lamentable maltrato y desprecio que siente Calisto hacia Angustias. El intento de arrancar humor a lo largo de la situación no convence. Ella se presenta como una mujer que debe asumir varios trabajos al día para tener el dinero suficiente para subsistir. Hasta vende una especie de lotería con la que tima a los vecinos. Aunque el espectador espera que alguno de los falsos boletos acabe siendo premiado, sobre todo por el título de la obra, Angustias y Calisto consiguen ser millonarios por la lotería Primitiva cuyos números eligió el hombre. Un marido que dice ser filósofo y exige vivir en casa con las mejores atenciones por parte de su mujer, mientras permanece acostado o sentado mientras piensa. Pensar para escribir, aunque todo sea una farsa. La posición corporal de Calisto es tal que hasta casi al final de la obra da entender que es un inválido al que la enfermedad le impide ponerse en pie.

Los personajes secundarios retratan el entorno marginal de la zona donde viven. Pepín, al que interpreta Juanjo Navarrete, se presenta como un ladrón al que todos consideran demasiado blando en comparación con el resto de los atracadores. También aparece la empleada municipal que dará aviso de la intención del Ayuntamiento de derribar las chabolas y un americano que trata de seducir a Angustias para convencerla de vender su parcela para que la inmobiliaria pueda construir. Fueron personajes demasiado caricaturizados que no consiguieron atrapar la atención.

El jurado del XXV Salón de Teatro Costumbrista Asturiano de Candás se reúne hoy martes para decidir el nombre de los nominados a los premios "Aurora". Además, los abonados decidirán con su elección popular la mejor obra del salón candasín.

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