La discriminación en las cuotas de abono en los usuarios de las instalaciones deportivas de Siero, según se esté o no empadronado en el concejo, no tenía futuro. Por otro lado, el que los bajos precios fuesen atractivos para personas de concejos limítrofes, que saturasen los servicios e incrementasen costes no beneficia a lo sierenses. Así se planteó la paradoja. Se espera de la creatividad de nuestros representantes municipales la búsqueda de una solución para no encarecer más del treinta por ciento unas de las pocas actividades saludables con las que se cuenta. En las ordenanzas municipales al respecto, hay algo que genera desacuerdo, y es que en ella se especifica que no puede ser titular de un abono familiar minorado una persona mayor de 65 años, tal vez porque tiene una cuota menor que el adulto de más de 14; pero eso parece oponerse a la triste realidad de casos en los que las personas mayores son apoyo económico de familias de recursos que no dan para ocio. Los mayores debieran ser titulares, con independencia de las posibles bonificaciones, por razones de IPREM, a las que se tuviera derecho.
