En un lugar de Siero, de cuyo nombre, en la Pola no quieren acordarse, viven los afables vecinos de Lugones, unas personas reivindicativas y de carácter protector. Tenemos que ubicarnos en 1992, donde surgieron las primeras protestas vecinales contra el famoso horno incinerador que pretendían instalar en Villaperi, la unión logró frenar el proyecto.
Ese carácter ha vuelto a resurgir este último año, ante el maltrato que ha sufrido la localidad, ya que son muchas las zancadillas que nos han puesto, zona azul, contenedores soterrados, falta de equipamiento cultural, aparcamientos disuasorios y un agravio comparativo con la capital del concejo. Como somos protectores y nos gusta donde vivimos, en la elecciones dejamos claro que con Lugones no se juega, se logró un cambio político, pero que aún no se refleja en la localidad, por lo que todavía queda mucho por hacer y lo iremos desgranando, aquí, a la orilla del Nora.
