Las tertulias son uno de los rasgos distintivos de la cultura española. En ellas, la gente expresa sus opiniones con franqueza y sin limitación ninguna; porque esa es su naturaleza y porque la supervivencia de las tertulias depende de la capacidad de sus miembros para aceptar la discrepancia.
En las tertulias que conozco, abundan dichos, refranes y sentencias. Sobre todo si flaquean los argumentos. Una de las expresiones preferidas es !había que¡ Tal vez porque responde a la vieja tradición arbitrista que nos hace suponer que tenemos soluciones para todo.
¡Había que! se presenta en reñida competencia con ¡hay que!, expresión más autoritaria y categórica. Mientras ¡había que! retrasa las soluciones, ¡hay que! supone mayor inmediatez. El problema estriba en pasar de las palabras a los hechos. Entonces, es cuando muchos exclaman ¡ay!