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El cogollu

Sidra canaria y fabada de Sariego

Valleseco, municipio de unos cuatro mil habitantes en el centro norte de la isla de Gran Canaria, acaba de celebrar la fiesta de la manzana. Aunque carece de playa, desde sus barrios se divisa infinito el océano y en medio Tenerife, coronada por el Teide. De veranos frescos e inviernos fríos (a 10 grados), destaca por la hostelería y la restauración, y en estos tiempos se ha lanzado a promocionar los derivados de la manzana, con toda la modestia de un territorio atlántico pero con tanta ilusión como los municipios de la Comarca de la Sidra. Y como una llama a la otra, se han dejado cautivar por la fabada.

Valleseco está hermanado con Sariego, en el mejor sentido de la palabra. Y aunque geográficamente nada se parezcan, ambos se distinguen por la manzana. Javier Parajón, alcalde de Sariego, cuando realizó su última visita a Gran Canaria junto a su esposa, María Jesús Suárez, viajó para cantar con el Coro Errante pero también para conquistar con una genuina fabada. Su recuerdo en la Isla permanece imborrable. Tanto es así que el municipio grancanario mantiene la sana costumbre de honrar su fiesta de la manzana con fabes y sidrina.

El exalcalde de Sariego bien merece este recuerdo astur-canario. Parajón, discutido por unos pocos en su pequeño pueblo, ha dejado un buen sabor de boca con su paso por la actividad municipal. Salta a la vista. Tanto en Gran Canaria como en Asturias.

Aunque el ejercicio de la política es siempre difícil y arduo, con su sabiduría popular asturiana, desde que llegó a la alcaldía de Sariego siempre ha sido un hombre decente y presentable, cortejado por todos y con el aval democrático mayoritario de sus vecinos más cercanos, es decir, de los electores más exigentes. Noble, leal, amistoso y comprensivo, jamás demostró ánimo de lucimiento ni descalificación para sus adversarios. Ha pasado página de la primera línea política. Y como se atribuye a Manuel Fraga al referirse a la actividad pública, "lo difícil no es subir a la montaña, está en bajar". Pues se ha bajado como uno de los grandes. Asturiano ejemplar, además de aprender de su talante nos han enriquecido con su autenticidad, esa corona que reluce en las personas de categoría. Sus amigos saben lo mucho que merece y ya están pensando en cumplir con Javier Parajón.

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