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José A. Ordóñez

La Plazuela

José A. Ordóñez

Salvar el Museo

La grave crisis del Museo de la Sidra no se soluciona con "parches" como la entrada de los cosecheros de manzana en el patronato de la fundación, ni con los políticos de turno tirándose el duernu a la cabeza sobre quién es el responsable del desastre. Salvar al Museo de la Sidra requiere un análisis sereno y en profundidad sobre su gestión y modelo de financiación. Y ese análisis, para ser honestos, debería comenzar por dejar claro si se quiere contar con una instalación de estas características en Asturias y si se acepta que esté en un pueblín como Nava. A partir de ahí, y siempre que las respuestas sean positivas, llegaría el momento de debatir sobre si el modelo de patronato sigue siendo adecuado veinte años después. También habría que ver si es posible lograr más y mejores vías de financiación. O si, como parece claro, urge darle la vuelta a una estructura museística estancada, cuando este centro debería de ser el gran referente de la cultura, la investigación y el turismo sobre la sidra y la manzana. Y eso mucho me temo que no se va a lograr vinculándolo a la Fundación de Turismo, sino poniendo al frente a verdaderos expertos. A gente que sabe lo que se trae entre manos, con proyectos para lograr del museo ese vuelco que necesita. Luis Benito García sería un excelente candidato.

El panorama es desolador. El museo languidece. La candidatura para que la sidra sea declarada patrimonio de la Humanidad lleva dos años prácticamente parada y del proyecto de sidrerías de calidad nada se sabe desde hace muchos meses. Son tres proyectos con futuro, también económico, que Asturias y los asturianos no deberíamos dejar caer en el olvido, abandonados a ese grandonismo de babayos con el que llevamos tanto tiempo tapando nuestra incapacidad. Pensar que lo de los demás "ye too puxarra" conduce al desastre.

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