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Música celestial

El retorno a casa por Navidad

El retorno navideño al origen familiar siempre resulta entrañable. El mundo jamás puede sustituir a la casa. Reencuentro con primos, abrazos con amigos alejados, saludos a los vecinos; felicitaciones de Navidad que se entrelazan con recuerdos de los que se fueron en los últimos meses. ¿Cuándo llegaste? ¿Cuándo marchas? El tiempo pasa pero lo inevitable no debe lamentarse en exceso. En nada se parece Nava a la de nuestra infancia, comenta José Ornia y él, que goza de atenta mirada, también tiene razón. Aunque parezca que retornamos a lo de siempre todo ha cambiado. Da la impresión de que solo la piedra de la plaza Manuel Uría permanece inalterable. El cambio es la única constante de la vida y todos tenemos nuestras altas y bajas.

Cuando aún resuenan en lo más hondo aquellos villancicos que se entonaban con "Pepe el Turrau", la Navidad nos sorprende con la voz de Silvia Izquierdo, una mujer que canta como los ángeles, música celestial que hace más dulce la digestión de la Nochebuena. Acostumbrados al "Campana sobre campana" con la grave voz de aquellos recordados paisanos, ahora sorprende oír una fina y blanca cuerda con "Merry Christmas, and happy New Year".

La celebración de la Navidad en Nava tiene más de costumbre que de misterio, aunque los pequeños, como pastores de Peñamayor, se esmeran en la recreación del Nacimiento, entre madres y padres ensimismados. La tradición navideña asume que la vida tiene un significado superior, pero la sociedad se distancia cada vez más de esas raíces. Por eso la música, el mejor alivio que reconforta y renueva el corazón, nos acerca a lo más elevado y nos emociona. El órgano de la Iglesia en las manos de Miguel Ángel de Diego, la percusión del cubano Orestes Barbachán y la cálida voz de Silvia Izquierdo, en la misa navideña han sido la mejor prueba de que la vida es buena y de que Dios nos ofrece la música como un regalo inmerecido. Para muchos puede que Miguel Ángel de Diego suene a secretario municipal. No solo ahora a los de Gijón sino también a los de Langreo. Para los de Nava su nombre siempre ha estado unido a la música. De las verbenas de verano con los "Mover's" de Tresali, que hicieron bailar varias generaciones, ahora nos hace danzar con el idioma del corazón en la parroquia de San Bartolomé de Nava. Como Bach, organista de una modesta iglesia, ha dado una nueva dimensión a la vida de la villa, ilumina la fibra más íntima de nuestra sensibilidad. Podemos aspirar a todo aunque sea de forma pasajera.

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