Se ve que no conocen la historia de su pueblo. Los alegres y tristes acontecimientos de sus gentes. Si el acto deleznable fue perpetrado por jóvenes, es que nadie les contó la tragedia de la Guerra Civil, que aún está a la vuelta de la esquina entre más sombras que luces y más lágrimas y dolor que una romería de verano. Si la acción miserable y rastrera fue llevada a cabo por personas adultas, es que aún hay entre sus manos odio rencor y venganza. De igual manera que en la primavera de 2007 se erigió en Entrago de Teverga un monolito a la memoria de todas las víctimas -de ambos bandos- de aquella lucha entre hermanos, hace poco tiempo, la Memoria Histórica de Asturias hizo lo propio en diferentes lugares de estos valles con sencillos hitos para recordar a quienes murieron por defender la libertad y la democracia. Es el segundo asalto a estos lugares sagrados. El remordimiento les comerá la conciencia. Feliz año con el olivo de la paz en la mano.
