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Crónicas mosconas

Rotonda a ninguna parte

Si la memoria no me falla, en las inmediaciones de la villa de Grado/Grau hay nueve rotondas. Cuatro están vinculadas a la autovía A-63, dos de ellas en la salida Grado-Norte, a la altura de la localidad de Sestiello, y otras dos en la salida Grado-Oeste, ya en las afueras en dirección a Salas. Tenemos tres a lo largo de la carretera N-634 a su paso por la villa, son las famosas turboglorietas. Hay otra entre la plaza del Cortijo y el Palmeral. Pero de la que quiero hablar es de la que yo llamo "la rotonda a ninguna parte" que se encuentra cerca del cementerio y el Instituto Ramón Areces. Esta pobre ha quedado abandonada, inútil y olvidada. Se construyó y utilizó durante varios años vinculada a una salida provisional de la autovía que era ideal para dar servicio a los vecinos de los barrios altos y de las instalaciones deportivas. Lamentablemente acabaron sustituyéndola por la mencionada salida Grado-Oeste, que se utiliza poco pues queda muy alejada de la localidad y hay que dar demasiado rodeo si vienes de Oviedo. Querida rotonda a ninguna parte, quiero que sepas que yo me niego a olvidarte, sobre todo cuando estando tú tan cerca, tenemos que cruzar todo Grau y la recta de Peñaflor para poder salir al mundo.

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