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Comercio local

Una vez finalizada la campaña de Navidad es momento para la reflexión respecto al sector comercial en la Pola.

¿Somos realmente conscientes del potencial que tenemos y que posiblemente no estamos desarrollando?

Es un hecho que, una parte de la sociedad cada vez valora más al pequeño comercio.

El trato, la atención, el cuidado en los detalles y la relación con los clientes nada tienen que ver con el de las grandes superficies. El pequeño empresario cuida de su negocio como sustento vital, y, más allá de fomentar el consumo desorbitado, busca fidelización con las personas que acuden a visitarlo, y también valoración, por parte de éstas, del producto que ofrece. Pero es tan importante esto como tener en cuenta la importancia de que exista una red comercial en el entorno donde desarrolla su actividad, que asegure variedad en la oferta y también homogeneidad de horarios de apertura, dos hechos clave para que las personas que acudan a sus establecimientos no se vean en la necesidad de desplazarse del lugar donde residen para encontrar lo que quieren. ¿Se está haciendo esto en la Pola? La respuesta es no. Hay que realizar un nuevo enfoque de cómo se está desarrollando la oferta de ventas, no es factible que haya dos asociaciones de comercio, no hay unificación de horarios, hay actuaciones que han funcionado pero que ya han quedado anacrónicas, como las ferias de stock.

Considero que ha llegado la hora de innovar, de pensar, de marcarse objetivos comunes, en definitiva, de respirar aire fresco que nos beneficie a todos. Al fin y al cabo los pequeños empresarios también somos clientes, y a mí también me gusta hacer mis compras en la Pola, a mis amigos, a mis vecinos, sin tener que desplazarme.

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