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Presidente de la Asociación de Vecinos | de Pruvia

En Pruvia apostamos por el diálogo

Sobre la negativa de los miembros de Asovepru a ser tratados como vecinos de segunda o tercera categoría

La Asociación de Vecinos de Pruvia, Asovepru, apuesta por el diálogo y el consenso entre todos los habitantes de la parroquia. Queremos invitar al presidente del Consejo Rector de la urbanización Soto de Llanera, Guillermo Martínez, a un encuentro que sirva de base a acuerdos futuros.

Calificamos la actitud del señor Martínez de pataleta pueril e inmadura. Lamentamos que se empeñe en alimentar la crispación vecinal. Y creemos que es hora de que el Ayuntamiento tome cartas en el asunto y trabaje en una solución definitiva a esta sinrazón. Asovepru siempre estamos dispuestos a trabajar para llegar a una solución que satisfaga a todos. Lo que nunca vamos a consentir es que se nos trate como vecinos de segunda o tercera categoría.

No entendemos por qué se pone tan nervioso y alterado con nosotros. ¿Le preocupa que la gente se entere de la ganga que nos va a suponer a todos la compra del centro social de Soto por el Ayuntamiento? ¿Cree que la gente se iba a quedar callada mientras el Ayuntamiento tiene que destinar 15.000 euros en concepto de pago a la comunidad de propietarios que, por cierto, usted preside?

Reconocemos que la mayoría de gente de la parroquia vive en la urbanización, pero eso no les da ningún derecho a imponer su criterio sobre el conjunto.

Habla de lo que ha contribuido Soto al desarrollo de Pruvia. Ignoramos a qué se refiere, a no ser que sea a la desaparición del antiguo camino de Santolaya o la destrucción de las estructuras tumulares en el año 86.

Y se convierte en un "gurú" financiero y calcula lo que pagan los vecinos de Soto vía impuestos, y lo que pagamos el resto. Con todo el respeto del mundo, no tiene ni la más remota idea de lo que paga o deja de pagar cada vecino. Y no puede compararse lo que debe pagar un propietario de una zona rural con una zona urbana con todos los servicios. Con sus declaraciones deja bastante clara su capacidad solidaria.

Respecto al tema de la compra del centro social, nos remitimos al informe de los abogados De la Iglesia y Teijelo. Si el Consejo Rector no está de acuerdo les animamos a que presenten un contrainforme. Creemos que el señor Martínez no quiere asumir su condición de residente en una urbanización privada que tiene una normativa muy estricta en estas cuestiones.

Y concluyo con lo que decía de Soto la memoria informativa de las normas subsidiarias de Llanera, firmada por Juan Enrique de Balbín: "Operación urbanística desgajada y desconectada del poblamiento preexistente, con el que mantiene tensiones y relaciones insolidarias, al poseer sus propios y privados servicios y equipamientos".

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