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La serliana

Valdediós

Valdediós en particular y el Prerrománico en general son temas sobre los que me había propuesto no opinar; no por desconocimiento ni por falta de aportaciones sino para no participar en este paripé mediático al que estamos asistiendo últimamente. La estrategia de generar opiniones controvertidas, tan vieja como el miedo escénico, se pone en marcha con el objetivo de que se multipliquen los pareceres contradictorios, con o sin fundamento, y así poder concluir con el aserto siguiente: " Si los especialistas no se ponen de acuerdo, ¿cómo vamos a hacer??".

Volviendo al caso de Valdediós, el problema grave no estriba en que El Conventín esté o no esté declarado Patrimonio de la Humanidad. El gran problema es que desde siempre el Prerrománico Asturiano se gestionó y trató de manera individualizada, monumento a monumento, como si Santa María del Naranco fuese más importante que Valdediós, por ejemplo.

El resultado más llamativo de esta manera de obrar es la escasa relación de monumentos del Prerrománico Astur declarados Patrimonio de la Humanidad.

Entiendo que el Prerrománico asociado a la Monarquía Asturiana es un todo, un conjunto, forma un contexto, existe una trasformación constructiva, hay una evolución en los pictogramas, las promociones pueden ser de la realeza o de las élites. En definitiva, gestionarlo de manera individualizada me parece un error.

El problema no es de ahora, sacarlo a colación me parece un ejercicio de "oportunidad política". El rompecabezas se gestó cuando el Consejo de Patrimonio Nacional, a propuesta de la comunidad autónoma, primero a finales de los ochenta y después, rayando el 2000, no propuso el conjunto del Prerrománico Asturiano como propuesta unitaria o conjunto arquitectónico indisoluble, acompañado de una memoria justificativa contundente.

En fin, ¿son más importantes Lillo o Santa Cristina que Tuñón o Valdediós? Para mí no.

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