Probablemente cuando estés leyendo estas líneas notes que el invierno existe. El tiempo atmosférico siempre fue preocupación humana, su influencia en los ritmos naturales y en las cosechas puede ser origen de esa inquietud atávicamente arraigada. Así, no es de extrañar que el cambio climático constituya un pavor de nuestro tiempo. El cambio climático siempre ha existido. Que el que acontece sea antropogénico o no es otra cosa. En febrero de 1983 hubo casi dos semana de nieve. Esos días, en televisión pusieron un reportaje afirmando que se acercaba otra glaciación. Que el aumento de dióxido de carbono y vapor de agua en la atmósfera tiene una seria repercusión climática es axiomático. Por otro lado, Maunder, astrónomo estudioso del Sol, asoció los cambios a los movimientos y manchas solares y, basándose en ello, algunos esperan un enfriamiento. En fin, un galimatías. Y si de paso alguien lo utiliza para sus fines, estupendo. De momento llegó el frío.
