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La serliana

Los topónimos

El peligro de perder una parte importante del acervo cultural asturiano

La toponimia es el conjunto de los nombres propios de un territorio y su estudio nos alumbra sobre clases o aspectos de las tierras, propiedades, divinidades y santos, animales y plantas, economía y poder o la mitología, por ejemplo.

Por tanto, el conocimiento y mantenimiento toponímico son relevantes para conocernos, suponiendo una huella genética sobre la que bucear en nuestro pasado.

Menéndez Pidal, en su Toponimia Prerromana Hispana, me ayuda en la definición del concepto: "?Los nombres de lugar son viva voz de aquellos pueblos desaparecidos, transmitida de generación en generación, de labio en labio, y que por tradición ininterrumpida llega hasta nuestros oídos en la pronunciación de los que hoy continúan habitando el mismo lugar?"

En Asturias tenemos muy buenos estudios toponímicos y como referencia accesible, que todas las personas interesadas pueden manejar, recomiendo el trabajo: "Toponimia asturiana: el porqué de los nombres de nuestros pueblos"; estudio del profesor universitario Xose Lluis García Arias y auspiciado por la Editorial Prensa Asturiana (https://mas.lne.es/toponimia/).

No obstante, ocurre que este tesoro lingüístico sufre, por mor del progreso, del abandono rural o de la imposición a toda ultranza del castellano (castellanización de los topónimos), un embate que implicará la pérdida de una parte de nuestro acervo cultural.

Existen muchos ejemplos que avalan lo dicho: las concentraciones parcelarias implican la pérdida irremediable de los nombres de las fincas concentradas, agravándose la situación por el mero hecho de no documentar tal situación, ya que los estudios de impacto ambiental no asumen tal posibilidad. Un caso de castellanización alocada y sin sentido es el que nos sitúa en el alto o puerto del Pozo de las Mujeres Muertas. Tal nombre pone los pelos como escarpias, pobres víctimas. Sin embargo, ocurrió que algún agrimensor foráneo se encontró con el topónimo "molleres mortas" y lo tradujo por "mujeres muertas", cambiando el significado de zona de aguas estancadas, no olvidemos que en ese punto concreto se localiza un "stagnum" o depósito de agua de una antigua explotación aurífera romana, por el de una ejecución masiva de mujeres.

En fin, no permitamos que esa parte de nuestro patrimonio sufra cualquier tipo de expurgo o amputación.

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