Ha generado gran revuelo en Pravia y municipios limítrofes el rodaje de una película en el Valle de Arango. Se trata de una producción importante, no me atrevo a calificarla de súper, que está creando bastantes expectativas laborales en el Bajo Nalón. Tras una primera remesa de misteriosos emisarios, encargados de la logística previa a la llegada del gran operativo, ya han desembarcado las huestes cinematográficas. Todo está envuelto en un secretismo medido, aunque pueda parecer desmesurado por momentos, pero no soy yo quién para criticar a los artistas. Se han ocupado para unos meses un gran volumen de plazas de alojamiento, mientras que ya se han contratado a unas cuantas personas y la cosa puede, o parece, ir a más. En Llanes llevan tiempo explotando el filón cinematográfico y por aquí parece que también gusta el celuloide y la alfombre roja.
