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El Cogollu

San Juan y Julión

Víctor Manuel nos animó por San Xuan pero antes lo había hecho Julión. Los primeros e inocentes recuerdos festivos corresponden a las fiestas de San Juan, modestas y entrañables, que se habían recuperado por iniciativa de Julio Rodríguez, Tito Guerrero y Miguel Menéndez, Piti.

Terminar el curso y ponerse a montar una carroza era la primera reválida veraniega. Nunca faltaba el camión con Pepe o Tino Montes al volante. El desfile de carrozas era una cabalgata muy divertida. Un año quedamos los últimos pero disfrutamos como los primeros. Los premios importantes se iban a Priandi, o a las carrozas de Tornín, siempre poderosas.

Hablar de San Juan en Nava, para mi, es recordar a Julio Rodríguez Menéndez (Nava 1913). Organizaba ya la noche de San Juan alrededor de la Fuente de los Caños, después de terminada la guerra, cuando el párroco Eulogio Nicieza la suprimió por tratarse de un festejo pagano, pero Julión recuperó la fiesta años después con carrozas y solemne función religiosa. Popular carpintero, lo había sido casi todo en la villa, en el Ayuntamiento, en el club Europa, en las fiestas, en las sidrerías que regentó, en la funeraria, y en su mueblería; en el compromiso con su pueblo y con sus vecinos. Lo que ahora se denomina un emprendedor incansable. Era un gran hombre, como refleja su apodo; un gran deportista que da nombre al polideportivo de Nava. El 17 de agosto se cumplen 30 años de su muerte.

Al recordar a Julión sentado en el bar Plaza junto a su botella de sidra, se comprende hoy con más facilidad que en aquellos años setenta, que era un personaje de otro tiempo, de otro régimen, con hábitos antiguos pero con valores perennes.

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