¿Hay alguien ahí? Hoy, miércoles 27 de julio, es día de resaca en Grado tras las fiestas locales de Santiago y Santa Ana, así que es posible que los moscones no tengan ni el cuerpo ni la cabeza para leer el periódico. Cada uno vive y sobrevive a esta folixa estival a su manera, aunque en general toda la sociedad moscona se afloja la corbata estos días? Bueno, en realidad la metáfora se queda muy corta: en Santa Ana no sólo nos quitamos el traje de la rutina y el uniforme de trabajo, sino que los sustituimos por unos pantalones cortos y una camiseta que literalmente quedará hecha jirones tras el desfile del agua. Como decía en su brillante pregón Pablo Alonso, Santa Ana es momento de reencuentro entre amigos, de moscones que viven lejos y regresan a casa en peregrinación pagana y folixera, pero también de reencuentro intergeneracional, en el que padres e hijos comparten por igual los festejos. Para muchos el punto culminante es la comida campestre, para otros el desfile, los fuegos artificiales que alcanzan cada año un nivel sorprendente, el teatro en la calle, Santanina para los más pequeños, las verbenas, la fiesta de la piscina, el festival folk in Grau? Siempre se repite también el debate sobre si hay que celebrar Santiago y Santa Ana el día de la semana que toca, 25 y 26 de julio, o pasarlos al fin de semana más próximo. Pero en este tema hoy prefiero no mojarme, ya tuve bastante con el desfile del agua de ayer.
¡Santiago y Santa Ana, qué guapo, qué bien, vivan las fiestas de nuestro pueblín! Pero resulta que la Hermandad sólo alcanza los 1.250 socios, apenas un 10% de la población del concejo? resulta que hace ya un par de años que las fiestas son deficitarias? resulta que Fino, el presidente, y sus escasos colaboradores están cansados y quieren dejarlo? Voy a contaros un secreto: las cosas no se hacen solas, y las fiestas de Santiago y Santa Ana tampoco. ¡Feliz resaca!
