Volvimos a visitar las urnas antes de lo previsto y alguna cosa cambió en el Bajo Nalón, pero sin mayor trascendencia. En Muros se produjo el dato más sorprendente con la victoria popular, en un feudo de marcado carácter socialista, independientemente del ámbito de los comicios. Por Pravia y Soto las cosas han estado al nivel de lo esperado, repitiéndose el esquema de convocatorias pretéritas. La irrupción de las nuevas formaciones políticas, que perdieron ya la condición de emergentes, ha sido desigual, adaptándose a los condicionantes regionales surgidos al respecto, en los que la unión de Podemos e IU ha tenido unos resultados que invitan a una reflexión inmediata. Con carácter general, se ha vivido una campaña fría y distante, en la que la ciudadanía ha mostrado su cansancio y disgusto ante tanta desidia, no siendo el Bajo Nalón una excepción de la coyuntura surgida tras el no acuerdo. Que cada uno haga la lectura que más le convenga o le interese.