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El paragües

Jubilado

Inicio del curso escolar. Mochilas llenas de ilusiones, incertidumbres y esperanzas cuyo gravoso peso exige ayuda de mayores. Éste me produjo murria, porque en el Celestino Montoto, tras la ventanilla de Secretaría no está Valentín Casquero. Se jubiló ahora, tras cuarenta años en eso de la Educación y casi treinta en el centro poleso. Pocos han trabajado tanto por la Escuela y, con su sabida testarudez, exigió no tener ningún tipo de reconocimiento institucional a su labor. Sé de su intachable profesionalidad, de su inmejorable hacer como "maestro de ginasia" y quiero incrustarlo en estas líneas donde hago sitio a nobles sierenses, aunque sean tozudos y de Cerezales. ¡Cuánto hizo por adecuar el colegio a la Nuevas Tecnologías! Ningún Secretario desplegó más celo ni honradez. Nadie dedicará más horas extras a hacer que las cosas estén en su punto; porque raro fue el sábado o mañana del domingo que no pasase unas horas por el centro. Tal vez no sean las habilidades sociales su fuerte y su descaro en decir lo que pensaba le generó alguna que otra aflicción. Su intensidad , honradez y dedicación le hacen rara avis en estos tiempos. Disfruta.

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