Quirós pierde a su cartera más antigua, Estrella Osorio Fernández. Noventa años de experiencias, miles de kilómetros recorridos y muchas noticias repartidas en los pueblos quirosanos. Estrella nació en Ricao en una época muy difícil, en la que los inviernos eran durísimos y la comida escasa, en la que la felicidad, el dolor y el trabajo eran tan distintos.

Disfrutó de la niñez y juventud como lo hacían en aquellos tiempos, con un poco de pan de escanda, unas castañuelas y alguien que cantara bien, unos bailes a lo suelto o alguno más cercano.

Quiso el destino y el amor que compartiera su larga vida con Milio, un joven aventurero que salió de Ricao y acabo en Rusia, enrolado en la División Azul, luchando y sufriendo el invierno ruso y la Segunda Guerra Mundial. Allí conoció el mundo y el dolor. De allí trajo alguna medalla de hierro y metralla que le acompañó toda su vida. Milio y Estrella tuvieron cuatro hijos, uno de ellos gran músico, Manolo Quirós.

Estrella recogió el testigo de su marido y se convirtió en cartera rural. En aquellos tiempos, con tan escasos medios de comunicación e información, los sufridos carteros eran venerados, esperados y bien recibidos por los habitantes de los pueblos. Con sol, lloviendo o nevando, bajaba Estrella hasta la capital quirosana en busca de aquellas esperadas cartas. Gastando madreñas por aquellos embarrados caminos, siempre llegaba la transmisora de muchas noticias alegres y algunas tristes. Esos familiares que vivían lejos, aquellos hijos contando sucesos, pidiendo ayuda y consuelo; reclutas conociendo mundo más allá de las fronteras quirosanas; novios y novias con sus cuitas. Cuántas cosas llevó Estrella a las modestas casas quirosanas. Una mujer nerviosa, afable, que siempre parecía alegre. Que en los veranos de los ochenta y noventa tenía en su casa media docena, al menos, de nietos. Que llenaba sus conversaciones con frases hechas, nacidas de la sabiduría del pueblo, que hablaba quirosano y que se enorgullecía de ello.

La luz de Estrella se apagó físicamente, pero perdurará en su familia y en aquellos que esperaban su ansiada llegada. Cartera de pueblo, orgullosa transmisora de historias.