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La serliana

Integración

Sobre cómo se construye un país

Siguiendo la estrategia de mí amigo Kostas Jaritos, busco en el diccionario la definición de la idea que me acucia antes de desarrollarla.

Integración: palabra que tiene su origen en la lengua latina - integratio, -?nis- y se relaciona con la acción y efecto de integrar o integrarse. Por añadidura, integración social es el resultado de la unión, mejor dicho, reunión, de diferentes grupos sociales bajo un mismo objetivo.

Bien, Kostas, vamos al grano; circula en muchos medios una frase atribuida a la concejala badalonesa Fátima Taleb proponiendo a los musulmanes que "disfruten de las ventajas de la sociedad occidental, pero manteniéndose aparte en todo aquello que no les convenga". En el supuesto de que esta afirmación sea así, sin interpretaciones, no es la opinión más afortunada de su vida, ya que integración o pluralismo no es eso. Podemos vivir juntos en la diferencia, puedes usar velo o, como dice Manuel Vicent, llevar un pollo frito en la cabeza, pero lo que no puedes es alentar o utilizar el "sistema" a conveniencia.

El término convenir lo empleamos de manera elástica, pero en realidad lo que está diciendo Fátima, "stricto sensu", es que lo que les cause obligaciones pueden obviarlo, evitarlo o rehuirlo. Así no se construye un país, ni el propio ni el de acogida, ni mucho menos se incita, con autoridad y derecho, a vivir en convivencia.

No obstante, las intenciones pueden ser otras, yo qué sé; pero me viene a la mente una frase de Giovanni Sartori, premio "Príncipe de Asturias", que me inquieta: "Si una comunidad se instala junto a otra sin asumir su sistema de valores, cuando cambie la masa crítica tratará de imponer los suyos".

En fin, Kostas vamos con otro caso.

Prometo que no tengo fijación alguna con Badalona.

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