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Despacito y buena letra

La fabada se queda fuera

La necesidad de los asturianos de defender lo nuestro

La escasez informativa durante el verano se suple con noticias de lo más novedoso, y especialmente las de fauna, donde el animal, ya sea terrestre o marítimo, se convierte en protagonista, y más desde que el número de votantes del Partido Animalista alcanza la no despreciable cifra de 800.000 votos. ¡Ya se sabe! Los españoles somos así, cuando menos lo esperamos damos la sorpresa, la nota, el golpe, la revolución, pues a utópicos y honrados nadie nos gana, y por el honor mancillado estamos dispuestos a todo, desde ser caballeros andantes a vengativo y ruin enemigo.

Y es que como dice mi amigo Manuel, todos tenemos derecho a un momento de gloria, de esplendor, aunque a algunos, por desgracia, les llega después de muerto como al oso de Moal y su esperada necropsia; otros, como la vaca frisona "Telva", les llega el éxito en plena vida, cruzada de bandas , lazos, posado y fotografía incluida; y algunos , como los jabalíes, son noticia preocupante y permanente , pues su desconocimiento de la educación vial provoca tres accidentes al día, unos 456 en Asturias y dada su proliferación cualquier día nos los encontramos en el portal de casa, me refiero a los jabalíes.

En esta misma línea y con el campo astur como protagonista, cierta día de agosto, a finales, la emisora de radio me informaba que la fabada no figuraba entre "Las 7 maravillas gastronómicas de España", concurso patrocinado por Allianz Global Assitance y avalado por chefs de prestigio y estrellas Michelin de la gastronomía española y que se desarrolló a través de la red, durante los días 1 y 20 de agosto. Los votantes prefirieron a las papas arrugas canarias, a la quesada pasiega o a los paparajotes murcianos antes que a nuestro plato emblema.

No me lo podía creer. Nuestras madres y abuelas no se merecían esto. La cantidad de veces que han dejado les fabes a remojo y las vueltas que daban a la pota para que la cocción fuera homogénea y mientras, nosotros, como casi siempre, de vacaciones, en la higuera. Nunca mejor dicho eso de que "camarón que se duerme, se lo lleva la corriente". ¿Tan difícil es airear los temas, sensibilizar a la población y hacerla partícipe de nuestros proyectos?¿ Así como se nos convoca para batir el récord de culinos escanciados en la playa de San Lorenzo no se nos podía haber animado a participar en esa votación? Una vez más la falta de planificación, de información, de constancia nos ha pasado factura. ¿Culpables? Todos. Oportunidades como esta no se deben perder y cualquier foro o concurso siempre es un buen instrumento para difundir y defender lo nuestro, en este caso la fabada, pues de ello depende la economía de muchas familias. Baste recordar que en Agropec se nos dijo que la cifra de negocio de la producción de alimentos en el Principado alcanza la nada despreciable cifra de 1.700 millones de euros, y a poco que planifiquemos y perseveremos se incrementaría notablemente, pues pocas autonomías hay que vendan quesos a 11.000 euros.

Este verano hemos tenido una temporada turística excelente y de todos es sabido que nuestra gastronomía es uno de los motivos de excelencia que podemos ofrecer al visitante, y buena prueba de ello es que hasta las hamburguesas de McDonalds tienen la patente y calidad de una abuela asturiana, de nombre Maruja, y uno de nuestros cocineros más universales, el mierense José Andrés, ha sido galardonado por el presidente saliente Obama con la Medalla de Arte y Humanidades 2016 .

Dicho lo dicho, con estos mimbres se puede hacer una buena cesta, pero para ello es condición imprescindible creer en nosotros, en nuestras posibilidades.

Miedo a nadie ni a nada. Y qué oportunas son para la ocasión las palabras de Rodia Raskólnikov, el de "Crimen y castigo" al conocer a Sonia: "¡Fuera espejismos, fuera miedos absurdos, fuera visiones..! Empiece ahora el imperio de la razón y de la luz, y de la libertad y de la fuerza? Energía, energía es necesario: sin energía nada consigues; y la energía se obtiene con la misma energía." ¿Habrá algo más energético y provechoso que una buena fabada? A Asturias se la defiende con fabes, con sidra, con leche, con queso, con ilusión y con esfuerzo. ¡Que no se repita la historia!

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