Una visión simplista de eso que se llama Reconquista y dura siete/ocho siglos tiende a poner de un lado a unos invasores y del otro a un don Pelayo que, inhiesto en los montes de Asturias, con su espada y el concurso de unos cuantos asturianos, repelió al invasor. Los asturianos al parecer no tuvimos mucha más tarea. Y no fue así, No. La profesora M.ª Jesús Suárez Álvarez puso de manifiesto toda una trayectoria de "Aportaciones asturianas a la guerra de Granada", la final, después de diversos aportes a lo largo de toda la epopeya denominada "reconquista". Un trabajo concienzudo en que da cuenta de la aportación humana (varios miles de hombres) y de la económica, con que Asturias contribuyó a aquella gesta.
Ahora bien, si es cierto que se nombra y enumera a los naturales de Villaviciosa, no es menos cierto que aún quedaban unos cuantos jóvenes por inventariar. Fernando de Mier, Pero de Pando, Diego de Sardelo, Pedro de Arenas, Gonçalvo de Soto, Juan Pérez, Fernando de Granada, y Diego de Merodio reclaman el pago de sus haberes ante el rey Fernando. Y sirvieron Luis de Avilés, Alvar Pertierra de Tineo, Juan de Estrada. En fin toda una pléyade de jóvenes que se fueron caminando 800 kilómetros para llegar en 20 días a las líneas de fuego.
De los datos y detalles d aquellos avatares dio cuenta Rodrigo Alvarez Brecht en conferencia que ilustró con proyecciones en la Casa de Hevia. Inauguraba así el Ciclo que Cubera ha programado sobre los tiempos de Carlos I. Un comentario de hombres de la villa nos sugiere que aquellos jóvenes, en su madurez, recordaban los tiempos en que habían servido con Fernando el Católico. "Si Dios se ha llevado a aquel gran príncipe, ha provisto una buena sucesión en su nieto". Palabras dignas de veteranos.
Un cuidadoso recuento documental permite a Rodrigo establecer elocuentes números de soldados maliayeses en distintos momentos de la guerra de Granada. Un total de 247 en las campañas de 1482 a 1490 más la decisiva de 1491-92. De Villaviciosa se llega a identificar sin dudas a cien, con dudas otros 16 y 131. Valorados por su arrojo, cuando la Villa se incendia en 1484, los Reyes Católicos hacen importante contribución en vista de los mozos que voluntarios pelean en sus filas.
