Resulta tal vez manido el tema pero no tenemos más remedio que seguir llorando porque quien no llora no come. Los "cincuenta-y-cinco" guerreros de Trubia no han recibido buenas noticias de la Dama Justicia y, sin embargo, seguirán en la lucha hasta que vean sus aspiraciones cumplidas; es decir, recuperar sus puestos de trabajo. El año que viene se cumple medio siglo desde que este cronista pusiera el grito en el cielo advirtiendo del éxodo rural y la necesidad de cohibir la sangría que sufría el campo con los desplazamientos de hombres y mujeres hacia las grandes urbes. Cincuenta años con el don de la palabra -como la de todos los humanos- escrita y oral para escribir, gritar, formar asociaciones vecinales y todos cuantos medios cívicos estuvieran al alcance de la mano para mostrar una y otra vez la bola de nieve que se nos venía encima. La comarca ha perdido el año pasado 370 habitantes y la única luz en el horizonte son los seis nuevos vecinos de Santo Adriano. ¿Cuál es la palabra adecuada para seguir gritando?
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