Desde estas líneas me referí en varias ocasiones a los reos que desde septiembre se cebaban a mediodía, aguas abajo, en el último año, o aguas arriba, hace dos años, del puente de Peñaullán. Pues este año ni para arriba ni para abajo, no los vi cebarse más que apenas un par de veces, allá por el lejano mes de octubre, ya que han sido sustituidos por un espléndido cormorán que navega a sus anchas por la zona. No puedo generalizar, ni dispongo de datos científicos fiables al respecto, pero esta circunstancia coincide con la protesta realizada por algunos colectivos de pescadores sobre el incremento de las citadas aves y la desidia de los gestores del recurso ante tal circunstancia. Este año anduve bastante por la zona salmonera del Narcea y del Pigüeña, durante la época de freza del salmón, que este año vino muy retrasada, y vi bastantes cormoranes pescando. Según pude leer en la prensa, los expertos dicen que estaban descastando ciprínidos. ¡Qué suerte tenemos!