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El cogollu

Tres notas cuaresmales

La primera de la Semana Santa, una de sus fiestas más esperadas del calendario de Villaviciosa, que acaba de pregonar el obispo auxiliar de Madrid, Juan Antonio Martínez Camino, un hijo de Siero pasado por la Compañía de Jesús que encontró en el silencio de La Trapa el camino episcopal. Martínez Camino no solo está enraizado en Marcenao también en Nava. Su abuela materna Etelvina era de La Retuerta de Piloñeta. Sus primos de Llames siguen la carrera de su pariente exportavoz de los obispos españoles y en Nava la que fue su catequista de primera comunión Ramonita Piedra Vigil, la esposa de Ángel Solís.

La muerte del poeta Pablo Ardisana ha llegado por sorpresa al corazón de algunos amigos y lectores en la distancia. Ejemplar en vida y obra, era Pablo Ardisana ferviente seguidor, admirador y devoto de María Josefa Canellada, "de la so vida y la so obra". Ahora que la filóloga de Cabranes, la autora de "Montesín", se perpetúa en el callejero de Oviedo, se apaga la voz de uno de sus más preclaros discípulos. Quedan sus versos.

Tal día como hoy, hace 40 años, era Sábado Santo. Quedó el calificativo de "rojo" para siempre por la legalización del Partido Comunista (PC). Una reciente conversación con el canario José Carlos Mauricio, uno de los jóvenes del entorno de Santiago Carrillo en aquel tiempo, refresca uno de los episodios capitales de la Transición. Mauricio, que cree que el 80% de aquel PC no era comunista, condujo por encargo de Carrillo la reunión de la dirección que aceptó, "sin votos en contra", la bandera roja y gualda y al Rey. Una colaboración leal hasta el momento en que propuso a Gerardo Iglesias como sustituto para la secretaría general y le dijo a Carrillo: "Vete al carajo".

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