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Mañana sale el sol

Mens sana in corpore sano

Me he llevado una alegría al enterarme estos días de que el gobierno aumentará una hora más de educación física en el horario de los alumnos de primaria de Ceuta y Melilla, y que anima al resto de autonomías a que sigan el ejemplo.

La OCDE señala que la práctica de esta asignatura "no solo mejora físicamente a los alumnos, sino que también les hace obtener mejores resultados académicos y ser más felices en la vida". En la nueva pirámide alimentaria, la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria ha incluido la práctica deportiva diaria y los aspectos emocionales.

Nuestros alumnos son los que menos horas de ejercicio físico tienen de Europa en los calendarios escolares, con dos horas semanales en primaria y una en el bachillerato. La asignatura de Educación Física sigue siendo una "maría" dentro del ámbito educativo, en la que se cree que "está chupado aprobar", que en ella "los niños lo pasan bien" y además se considera que el profesor es "menos importante" que el de Lengua o Matemáticas.

Mucho nos queda todavía que aprender de referentes mundiales en educación como puede ser Finlandia, país en el que los niños tienen dos y tres horas diarias de educación física en los colegios ( primera hora de la jornada juegan y corren, segunda hora expresión corporal y tercera hora paseo por el entorno) y en la que después de hacer deporte y ya descargados de la energía propia de los niños, se sientan para ser más receptivos a las lecciones.

La distribución actual del horario escolar debe cambiar, los alumnos no deberían pasarse dos horas sentados antes del recreo y otras tres después. Sabemos mucho más que hace años sobre educación y hábitos saludables, las cosas tienen que ir cambiando y adaptándose a los tiempos, aunque ya nos lo advertían los hace siglos, parece que no hemos aprendido aún la lección: Mens sana in corpore sano.

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