La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El paragües

Lucha biológica

Es increíble la cantidad de tiempo que nos está ocupando el desafío soberanista catalán. El ataque a las instituciones debiera conllevar sanciones para reparación de daños. Así, si un alumno en un centro educativo, por su actitud interfiere con el desarrollo de una clase, debiera pagar el coste de esa clase a la Administración: sueldo del profesor, gasto del edificio... De la misma forma alguien tendría que pagar los platos rotos de este asunto, como gastos de cuerpos de seguridad, tiempo de dedicación del gobierno, sesiones de la Cortes... Y no pagarlo entre todos, que no tenemos culpa.

En el desfile del día de la Fiesta Nacional eché de menos una división que se debiera crear "División de Apicultores". Cuando se forman esas barreras que impiden las acciones de orden para aplicar medidas judiciales, se sueltan media docena de "casiellos de abeyes" dejándose las chorradas de mangueras, pelotas de goma o toletes. Y no queda ni el apuntador. Luego se actúa. Si hay que detener por aplicación del 155 a alguien, sería el método más sofisticado para desalojar a quienes pretendan impedirlo. ¡Nun ye broma! Lo saben los americanos. Se lo hacía el Viet Cong.

Compartir el artículo

stats