La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El cogollu

El espíritu de Poreñu frente a la secesión

El ejemplo de convivencia de la localidad maliayesa se impone en otro octubre revolucionario

Poreñu ha recibido el premio al "Pueblo Ejemplar de Asturias" en un momento clave para España. Tuve la oportunidad de estar en 1991 en Valdedios, cuando "Cubera" recibió ese galardón. Mucho ha llovido desde entonces. Hoy resulta obligado, pese a la distancia que acorta la tecnología, mirar a ese lugar de Villaviciosa donde se encontraba el jefe del Estado, Felipe VI, mientras el Consejo de Ministros estaba reunido para tomar medidas frente al movimiento secesionista del gobierno de la Generalitat. Otro octubre revolucionario en Cataluña con líderes anarquistas en calles y plazas, y en algunos escaños del Parlament.

Como no existe la casualidad, qué bien dijo el alcalde de Villaviciosa en su intervención, en cita de Evaristo Arce, que merece la pena alentar el "espíritu de Poreñu": solidaridad, unidad y autonomía. Paz y democracia. Aunque con la vista en un medio rural para enseñar en días de fiesta, ese sentimiento mayoritario del pueblo asturiano es hoy político, si bien no faltan la carne roxa ni la sidra.

Un espíritu que ha dado oportunidad de repasar las lecciones de la historia "que engrandecen a Asturias y con ella a toda España", en palabras del Rey, que invita a mirar al pasado para encarar el futuro con el aval de la experiencia "en estos momentos de agobio", en expresión emocionada de la portavoz vecinal Isabel Lanzón. Los Reyes escucharon aclamaciones y gritos de apoyo, vivas a España, de unos paisanos y paisanas "de la región más clarividente, más razonable y la más inteligente de España", en definición de Salvador de Madariaga, que lo escribía así con las cicatrices de haber contemplado lo horrores de 1934 y 1936, y la honda brecha que se abrió entre españoles. Hoy, con las lecciones de la historia conocidas, el "espíritu de Poreñu" se muestra a los ojos de los españoles, afectos y desafectos de la monarquía parlamentaria de 1978, de todos, como ejemplo de convivencia, a diferencia de otros tiempos, de otro octubre, más cercano que el desembarco de Carlos de Gante. Si grande es la memoria, sea más grande la esperanza frente al desafío secesionistas y quienes ponen en riesgo la convivencia en España.

El presidente del Principado, Javier Fernández; el presidente de la Junta General, Pedro Sanjurjo, y el alcalde Villaviciosa, Alejandro Vega, tres socialistas herederos políticos y familiares directos de aquellos que participaron en los convulsos acontecimientos, rodeaban ayer a los Reyes de España. Con su presencia y su defensa clara de la legalidad, como máximos representantes del pueblo asturiano, encarnan hoy ese "espíritu de Poreñu" en defensa de la Constitución y el Régimen de 1978. Cuarenta años después, y ante la tentación de algunos de falsificar el pasado, conviene con ese mismo espíritu cuidar a España, verdadero bien común que tantas veces se ha quebrado desde que Carlos I desembarcó en Tazones.

Compartir el artículo

stats