Como lleva coleando cierto tiempo la propuesta del PINSI para bautizar el Auditorio de Pola de Siero con el nombre del ex alcalde Juan José Corrales, permítaseme algunas observaciones, sin ánimo de polémica.

Recordaremos que cuando, en febrero de 2010, a raíz del accidente sufrido en la zona de Argüelles, y debido a las presiones de la superioridad, J.J. Corrales renunció a la alcaldía, nosotros fuimos los únicos, si no recordamos mal, que lo defendimos en un artículo publicado por LA NUEVA ESPAÑA el día 22/2/10, y bajo el título "La hora de la cordura en Siero". Hablábamos de la inconveniencia de que presentara la dimisión, ya que sólo provocó daños materiales, y que un accidente lo puede tener cualquier conductor. Por entonces, a su mandato le quedaba sólo un año, pero la cúpula del PSOE tenía especial interés en sustituirlo, al haberse enfrentado en su día, ya que pretendía excluirle como candidato en aquel mandato. Lo cierto es que fue convencido para que cesara, a cambio de no sabemos qué, ni nos importa.

O sea, no tengo nada en contra suya, aunque personalmente podría reprocharle algunos comportamientos, pero nobleza obliga. Lo que sí tengo claro es que ningún edificio emblemático de un concejo debe ostentar el nombre del alcalde de turno. En este sentido, cabe recordar que los alcaldes tienen asignado un sueldo, que no entro a valorar. Además, el cargo les permite mantener un estatus que de otra manera no conseguirían. Y tanto los alcaldes como los presidentes autonómicos figuran en la placa conmemorativa de la inauguración de los equipamientos dignos de ello. Ejemplo claro es la que existe en el Auditorio de la Pola, con el nombre del entonces presidente autonómico, Vicente Álvarez Areces, y del Alcalde de Siero, Juan José Corrales.

Por otra parte, deseamos advertir, para quienes no recuerden, que tras gobernar en dos mandatos -ambos con el apoyo del grupo Conceyu de Lugones e IU, (1999/2003 y 2003/2007)-, en el siguiente, y en un gesto de rebeldía política contra la candidatura que presentaba el PSOE, Corrales presentó la suya por su cuenta. También es justo reconocer que el primero de los afiliados de Siero que dio un paso al frente para apoyar la de Corrales fue ni más ni menos que Ángel García, actual alcalde, y que con él arrastró a muchos jóvenes socialistas, que fueron los que en realidad acabaron aupando de nuevo a Juan José a la Alcadia. De modo que sin su colaboración le hubiera sido imposible repetir cargo. Aclarado este extremo, no nos parece justo que se pueda reprochar a Ángel García la posible falta de apoyo, que no lo sé, para que prospere la propuesta del PINSI.

Por último, si las distinciones en un municipio deben ser concedidas por sus autoridades, no parece lógico que se las apropien ellos mismos. Entendemos que deberían otorgarse a los ciudadanos que, en distintas facetas de la actividad humana, pudieran haberse hecho acreedoras de ellas, por dedicación y entrega de manera altruista y a veces hasta filantrópica. ¿O no?