A principios de los setenta, en asamblea de la Facultad de Letras de Oviedo, expuse mi opinión sobre el asunto utilizando el lenguaje de mi Carbayín natal. Alguien gritó entre la caterva: "¡Puxa Asturies!", porque casi todos usaban "es", "mucho" o "piel" en lugar de "ye", "asgaya" o "pelleyu". Ahora se plantea el debate de la oficialidad del asturiano, ¡Coime, cómo cambió la cosa! No me parece ni bien ni mal, sino todo lo contrario. Lo que sí veo es que la oficialidad conlleva que todos los educadores conozcan la Lengua Asturiana con autoridad, porque los alumnos podrán expresarse indistintamente, salvo en las clases específicas de otras lenguas, en asturiano o en español, y el docente ha de entenderlo. En la Administración debe haber personal competente en asturiano, el profesorado de Llingua debe acceder al funcionariado; para participar en oposiciones a la Administración será exigible el conocimiento competente del asturiano. Y muchas cosas más. Así que con los 20 millones que alguien dijo costaría la oficialidad, igual no alcanza. Por cierto, el Diccionariu de la Academia de la Llingua diz que toy equivocáu, que ye "A esgaya", no "asgaya". Así que, con oficialidad, a lo que digan, no a lo que siempre dijimos.