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Pliegos de Bimenes

Gerardo Corte, "Campeta"

En memoria de un minero a la vieja usanza

La semana pasada se nos fue Gerardo Corte, nuestro querido Campeta, un accidente de tráfico en la Nacional 634, en el concejo de Nava, segó su vida. Tanto a su mujer, Mari Luz, como a su hija, Arlé, y a su yerno, Argimiro, les deseamos que superen el trance en que se encuentran y tengan una pronta recuperación.

Hablar de Gerardo es hablar de un minero a la vieja usanza, empezó de guaje y terminó de vigilante. Entró con 16 años en Valdelospozos (aquí estuvo catorce años), después pasó al Fondón donde trabajó veinte años, los últimos doce como vigilante.

A inicios de este siglo puso especial empeño en echar a rodar una asociación de jubilados en Bimenes. Apoyado en todo momento por el alcalde Arturo Ordóñez, ambos recorrieron pueblo a pueblo, casa por casa, en busca de personas con la idea de ir contando con el apoyo suficiente y llegar a constituir la primera junta directiva. Poco tiempo después, el esfuerzo daría sus frutos y se formaría la Asociación de Jubilados y Pensionistas "Peña Mayor" de Bimenes. Gerardo, emprendedor y fundador, también fue su primer presidente. Estuvo diez años en el cargo, desde 2002 hasta 20012. Siguieron años de intenso trabajo, con reuniones, excursiones, actividades, que dieron al municipio un gran dinamismo consiguiendo enganchar, con su buen hacer, a gran número de socios, casi la mitad de la población del municipio.

Este parroquiano de Santu Medero, nacido el 21 de julio de 1935, gozaba de tan buena salud como de memoria; se acordaba de todas las alineaciones del equipo de fútbol de su localidad, el Rozadas C. F., y no había hecho o suceso que no recordase con claridad meridiana, siempre acompañado de una fina ironía. Era como un libro abierto. Y como tantos otros, forma parte de esa generación nacida en los años 30 que vivieron años duros de posguerra, años de penurias: alimentarias, económicas?, pero que a base de sacrificio supieron salir a flote dejando a sus hijos un camino expedito.

En el libro "Mineros de Bimenes" -del exdirector del colegio de Martimporra, Juánfer,- Gerardo dejó reflejado para la posteridad sus impresiones sobre su pasado minero. En la presentación del libro, durante mi turno de intervención, me referí a él diciendo que un episodio que había centrado mi atención fue cuando recordó la tarde en que su padre -trabajaban juntos- murió en Valdelospozos, en 1959, y las últimas palabras que cruzó con él. Campeta le preguntó que porqué no se cambiaba, el padre le dijo que se iba quedar a doblar; luego le ofreció un trozo de bocadillo que le había sobrado y el padre le contestó que no lo necesitaba, que ya lo había encargado en un bar. Campeta llegó a casa, y tres horas después le comunicaron que su progenitor había tenido un accidente. Cuando volvió al pozo ya lo estaban lavando. Una imagen que nunca se le borraría de la cabeza.

Hoy todo Bimenes lamenta la muerte de Gerardo. Su ausencia supone una pérdida irreparable para el concejo yerbato que tanto defendía, solo nos queda elogiar su labor. Te echaremos de menos. Descansa en paz.

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