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El cogollu

Olivares

Adiós a un médico humanista, atento y sabio, institución en vida

Villaviciosa y Cabranes se han quedado huérfanos de una personalidad que se había convertido en una verdadera institución. Ha fallecido Olivares, un médico que deja una profunda huella en la comarca desde que en junio de 1990 empezó a cuidar de la salud de sus vecinos. José Olivares Berzal, de 82 años, segoviano de origen y asturiano de profesión, padre de una gran y querida familia, forma parte de la mejor tradición de médicos humanistas. En definición de Ana Rodríguez Navarro, esos que aparte de su estricta labor profesional cultivan disciplinas como la historia, la filosofía o la literatura.

Su profesión y su carácter le abrieron la intimidad de los vecinos de modo que para muchas familias ha sido un auténtico padre y consejero. Siempre disponible y atento, sabía escuchar, intuir, dar el consejo o decir la palabra oportuna. Animaba, asumía el dolor ajeno y ayudaba a superarlo como si fuera el propio. Se ganó una incomparable autoridad por su humanidad, cultura y campechanía.

En el bar de El Llanu, parada frecuente y habitual para Olivares, hemos conocido la versión más popular de este inolvidable médico rural. José Fernández, Pepín, que le recordará como "un personaje increíble", tiene fresca una inolvidable entrada del doctor en el bar. Tras un saludo amistoso, observó a uno de sus pacientes que se disponía a degustar una fabada, y entre broma y consejo médico, "a ti el chorizo no te conviene", le retiró el embutido del plato.

Sería injusto dejarle solo como el médico y olvidar al esposo de Ana Villegas, al padre de ocho hijos, al hombre sabio, bueno y rebelde, con un corazón grande que dejó de latir el miércoles.

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