No pude ir este año a la subasta del campanu, ni a la estupenda feria que en torno al evento organiza el Ayuntamiento de Salas en Cornellana, pero seguí con interés todo lo acontecido con el primer salmón pescado y sacrificado que este año dieron las aguas asturianas. Da igual lo que unos pretendan si otros no escuchan, sobre todo cuando se quiere tener el monopolio de la razón, por eso esta temporada volvimos al debate Cangas de Onís-Cornellana. Aunque con casi una semana de retraso, al resistirse el Narcea a darnos el primer salmón, se subastó finalmente el campanu en Cornellana. El pez se fue para Oviedo y el alcalde de Salas estuvo acompañado por sus colegas del Bajo Nalón, en un gesto que dice mucho en su favor, aunque faltaron otros y otras munícipes ribereños y ribereñas. Pequeños detalles y falsas esperanzas.