Se ha celebrado durante estos días en Barcelona una edición más del Campus Desafío Emprende, organizado por la Obra Social de la Caixa.
He tenido la oportunidad de nuevo de participar en este evento a través de ALWA, empresa de emprendizaje social, de la que formo parte.
Después de cuatro días de intenso trabajo con 200 alumnos y alumnas de toda España, reunidos en 35 equipos, uno de ellos de un colegio asturiano, la reflexión que he guardado en mi mochila es que en nuestro país tenemos un gran potencial emprendedor, muy buenas ideas, y que los jóvenes llegan con una alta formación, con ideas frescas y con viabilidad de éxito.
En el Campus se han puesto a prueba la creatividad, la iniciativa, la cooperación y el esfuerzo de sus participantes durante unas jornadas cuyo objetivo es estimular la cultura emprendedora e innovadora entre la comunidad educativa.
Cada uno de los equipos ha trabajado durante el curso su proyecto, siguiendo las metodologías activas que marca el programa, con el objetivo de favorecer el desarrollo de las competencias básicas para la vida.
El sentido de iniciativa y el espíritu emprendedor, que consiste en el desarrollo de las capacidades de autoconocimiento y desarrollo personal, pensamiento crítico y sentido de la responsabilidad, gestión del cambio y la incertidumbre, liderazgo y trabajo en equipo, creatividad e innovación, así como gestión de proyecto y la actitud proactiva, se han trabajado con los chicos y chicas a través de dinámicas y talleres de aprendizaje, trabajo autónomo-autogestionado, conferencias y ponencias y también actividades lúdicas.
Los espacios de relación y convivencia han sido también fundamentales para que los participantes tuvieran la oportunidad de disfrutar de espacios para conocerse, basándose en la colaboración y corresponsabilidad que hicieron que el Campus se fortaleciese a través de las relaciones surgidas.
El 30 de mayo serán seleccionados cinco, de los 35 proyectos presentados. Serán los ganadores de los Premios Desafío Emprende. Los alumnos que lo consigan, realizarán un viaje formativo a Silicon Valley acompañados por sus profesores para conocer espacios y modos de trabajo diferentes, participar en workshops y realizar trabajos en equipo, además de aprender de la experiencia de profesionales que trabajan en las empresas líderes a nivel mundial.
Una experiencia irrepetible, por ello animo a todos los docentes a que se embarquen en este proyecto en cursos futuros; a través del emprendimiento descubrirán muchos talentos.
