Cuando Hunosa anunció que iba a abrir el pozo Sotón a visitas de turistas surgieron algunas suspicacias. El Museo de la Minería y el Ecomuseo de Samuño podrían entender que era una competencia más. Y así se puede interpretar si se tiene la mirada corta. También puede ser una gran oportunidad. Se puede ver de forma global que en el valle del Nalón y en la comarca del Caudal puede haber una gran oferta atractiva para los visitantes, aprovechando el patrimonio industrial y minero, el turismo ligado a las estaciones de esquí y el de naturaleza de todo el año en el parque de Redes. ¿A que no suena mal? ¿Qué hace falta para conseguirlo? Cumplir las promesas tantas veces repetidas y que nunca, hasta ahora, se han realizado. Por ejemplo, huir de localismos y entender las Cuencas como una comarca única con muchas potencialidades; y establecer un plan de promoción y de coordinación de la oferta turística. ¿A que parece simple? Pues aún no se ha hecho.
