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Desde la Meseta

Aquella televisión

El gran número de canales y su escasa calidad

Hace ya muchos años, más de 40, un buen día se descolgó en mi casa un señor para hacerme una encuesta. Accedí y como resultado me propuso pertenecer al Instituto ECO, que era el encargado de llevar a cabo los paneles de opinión de la entonces Televisión Española, de una sola cadena de producción (la Primera) y unas pocas horas de Segunda.

Eso me llevó al hecho de escribir después en LA NUEVA ESPAÑA, lógicamente sobre televisión, bajo el seudónimo del "Panelista", interrumpido después por el nuevo formato al cerrarse el diario "Región", que ustedes, los que tienen ya años encima, me imagino que se acuerdan. El periodista Orlando Sanz se hizo cargo del nuevo periódico "El Correo de Asturias" y en el colaboré haciendo un flash diario sobre la Bolsa de Madrid, así como susodicho Panelista sobre televisión. Y así hasta finales de 1989 en que me vine para Madrid. No por ello dejé de escribir en LA NUEVA ESPAÑA, en una crítica sobre bolsa semanal los domingos, bajo los apellidos "Suárez-Trujillo" (mis siguientes apellidos a los actuales), que también quedó suspendido dicho comentario con mi venida a la capital de España.

Algo hice también en Radio Asturias en el programa "Escandalera", con José Luis Sanmartín.

Alguien me preguntará: ¿Y tenías tiempo para todo, a la par que trabajabas en un banco y llevabas un contabilidad?. Pues sí, porque el vivir en Asturias "da mucho de sí". Cosa que se me acabó en cuanto llegué a la meseta.

Después de 11 años "en secano", es decir, sin escribir, al jubilarme anticipadamente, ese gusanillo que seguía ahí dentro, me "obligó" a retomar mis aficiones de negro sobre blanco y, mejor o peor, fui chapuceando para coger el anterior ritmo. Hasta hoy con que volví a toparme con ustedes y mis heterogéneos artículos.

Así que hoy empecé a escribir sobre televisión, por lo mismo que yo comencé a garabatear como Panelista en LA NUEVA ESPAÑA, para rematar diciéndoles que cuantas más emisoras hay de televisión, peor estamos atendidos. Yo hoy sería un mal Panelista, porque mi enjuiciamiento derivaría a duro y sin piedad. Que muchos de los que dicen ser profesionales de la pequeña pantalla, a lo que se dedican es a los concursos, a cocina y a programas que dicen titularse "del corazón". Eso y que las noticias son los desastres de nuestro vivir cada día.

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