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A mi aire

Dudas económicas

Las incógnitas que rodean al mundo de las finanzas

Uno, que resulta lego en materia económica, pero como cada cual sufre los problemas derivados de ella, se encuentra cada vez más perdido en los profundos entresijos de la misma. Desde siempre hemos estado sujetos a las fluctuaciones del omnipresente dólar, así que cuando éste se constipa, nosotros sufrimos neumonía al canto. Ahora mismo la gripe amarilla nos llega vía China, es consecuencia de la devaluación tres veces seguida de su moneda, y es vivida con preocupación de los exportadores, y contento de los importadores. Pero el resultado final lo soportaran nuestras espaldas.

Últimamente nos hace llegar el mensaje de que nuestra economía ya esta fuera de la UVI, encontrándose ya en planta. Pues estupendo. A los que somos profanos, seguramente la mayoría, de cómo funcionan los dichosos mercados, nos llaman la atención muchas cosas, que igual tienen explicación sencilla, pero que se nos escapa.

La repercusión de la bajada de los carburantes, cuyo precio en origen descendió hasta límites insospechados, al llegar al consumidor resulta mínima, e incluso si la suben unos céntimos, de inmediato lo "adecuan" al alza.

En los productos del campo, si la cosecha resultó un desastre por la sequía, el granizo, o las inundaciones, la conclusión es escasez y precios por las nubes. Normal, pero si por el contrario fue excelente, hay quejas de los agricultores por exceso de oferta, precios por los suelos para ellos, que se mantienen o suben para los consumidores. Resulta difícil de entender los extraños pasos del precio del producto en origen hasta su llegada a los mercados, aunque se pueda intuir.

Otra incógnita viene de cómo se "cocinan" los datos mensuales referidos al IPC, que por milagro de la ingeniería numérica, siempre anda a la baja, o se mantiene, pero la cesta de la compra opina lo contrario.

Lo saben bien los am@s de casa, y esto resulta más preocupante que la subida de la sidra, la cerveza, los cubatas, o el tabaco.

A estas alturas, uno no se va a poner a estudiar a John Keynes, sus fórmulas y estudios sobre el tema, para resolver dudas. Pero el misterio de todo ello resulta cada vez más complejo, al menos para mí.

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