A estas alturas, uno creía estar curado de todos los espantos referentes a las tonterías con las que nos encontramos en las cartas -para darse pote- en algunos restaurantes, o tiendas gourmet, que para comprender lo que ofrecen son poco menos que necesarios los servicios de un traductor. El tema de hoy tiene su miga, nunca mejor dicho, pues va de pan.
Un amigo se acerca a nuestra tertulia para decirnos que por necesidades del guión veraniego, le tocó comprar el pan en una mediana superficie. Su sorpresa fue morrocotuda cuando observó un pan etiquetado como "Gran Reserva" con el añadido de que en sus tiempos jóvenes ejerció como panadero.
Ya se pueden ustedes imaginar el cachondeo que se montó a costa de ello, con preguntas por la añada, la contraetiqueta, o, quizá, era tan atrasado, que de ahí su nombre. No doy más vueltas, y me limito a transcribir toda la información que le acompaña en la correspondiente bolsa: "Pan de tradición artesanal, Triple fermentación. El Pan Gran Reserva es un pan rústico de corteza dorada sin brillo, ligeramente enharinado e irregular. Su miga es ligera, muy alveolada y de un color marfil oscuro.
Su aroma es exquisito, recordando el aroma de las avellanas. De sabor suave, poco ácido, de impresión agradable al paladar. Con gusto a pan de trigo con dominio de los tostados y un final en boca elegante, consiguiendo de inmediato la necesidad de repetir la experiencia con una nueva cata.
Nuestro espíritu de lo auténtico nos exige el arte de recuperar el arte de hacer pan que heredamos de nuestros abuelos, mejorándolo con las tecnologías actuales para obtener nuestro Pan Gran Reserva, que es un auténtico regalo al paladar. El Pan Gran Reserva te hará descubrir nuevos sabores y recuperar algunos ya olvidados".
En cuanto a su composición, aparte de los ingredientes químicos habituales de los productos de masas congeladas, llama la atención el aviso de "que puede contener trazas de cacahuetes, frutos de cáscara, huevo, leche, soja, granos de sésamo, y ¡pescado!
Seguramente, habrá algún papanatas, que fatiará con aquello de "hoy comí con una pan gran reserva", como si fuera un Vega Sicilia.
Siempre hubo pan de diversos tipos, pero la denominación del que me ocupa parece todo un despropósito, así que termino remedando a Trillo, con aquello de ¡manda huevos!
