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A mi aire

Encontrar la fórmula

La renovación del Partido Popular, que se está quedando más en las palabras que en los hechos

Andan enfrascados los miembros del partido del Gobierno en dar con la fórmula que reanime a sus bases, y a la par recuperar el afecto de millones de votos que se les han ido en estos cuatro años que llevan en el poder. Los resultados de las pasadas municipales y autonómicas, además de las andaluzas, han disparado todas las alarmas, amén de los nervios, por lo que tocan a rebato para encontrar los ingredientes que con su mezcla les permita seguir otra Legislatura en el poder, con el trago por medio de las catalanas, que a estas alturas nadie sabe lo que con ellas puede pasar. Todo ello les está llevando a intentar corregir cosas que han hecho mal.

Hasta la fecha, los cambios han sido cosméticos, no percibiéndose con nitidez el cambio social y económico, sobre todo este último, y sabido resulta que la cartera de cada cual resulta importante a la hora de decidir el voto. Se observa intranquilidad entre los Barones y altos cargos, que es de suponer que hace tiempo deberían haber dado un giro radical al todo, con fuerte golpe de timón para enderezar la nave.

Amplios quinquenios acumulan todos ellos, pero se resisten cual náufrago agarrado a una tabla a dejar paso a gente con ilusión, juventud, y ganas. Buen ejemplo de que nada va a cambiar en este aspecto es la incorporación al cementerio de elefantes que resulta el Senado de Luisa Fernanda Rudi, Alberto Fabra, Pedro Sanz, Bauzá o la incombustible Rita Barberá. Cinco recientes perdedores incluidos en un único paquete. Aunque el resto de los partidos también sigue utilizando la misma formula para aparcar a sus santones. Podrían haber comenzado el barrido por ahí en aras de mejorar su imagen, pero no.

Encima, han asumido que tienen a toda la oposición en contra, con lo que ya se curan en salud con los previsibles apaños contra natura que vienen. Igualito que en las últimas citas electorales.

Desde la óptica de la calle, da la impresión de que las prisas nunca han sido buenas, dudando que este sprint final tenga excesiva eficacia, con el convencimiento, además, de que la limpieza debería comenzar por la cúpula, dándoles puerta a la mayoría de ellos. Y no será por temor al futuro por lo que no se quieren ir, no, pues lo tienen bien asegurado para varias generaciones.

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