En octubre de 1997, a solicitud del grupo Socialista del Congreso y del grupo Parlamentario Federal de Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya, preguntaban en una comparecencia al presidente de Hunosa, por entonces el señor Tejuca Suárez, por 2.900 millones de pesetas de los fondos Feder que se podían obtener de subvención por las inversiones. El presidente de Hunosa, entre otras consideraciones, manifestaba lo siguiente: "Estos fondos tenían unas dificultades, el plazo para utilizar estas subvenciones es hasta el año 1999, es decir, 1998 y 1999. Estos fondos todos tenían que aplicarse en la línea del medio ambiente y es muy difícil sacar proyectos del medio ambiente para realizar estas inversiones". Más adelante el señor Tejuca manifiesta: "Hemos conseguido cambiar esta línea de forma que en un futuro podamos emplear esta subvención en cualquier proyecto industrial en comarcas mineras en declive", "nuestro objetivo es que en 1998 y 1999 se agote hasta la última peseta y creo que lo conseguiremos".
¡Qué paradoja!, manifestar que era difícil sacar proyectos del medio ambiente para realizar estas inversiones, cuando estábamos y continuamos estando con grandes y graves problemas relacionados con el medio ambiente y que usted no debería ignorar, puesto que existía un clamor generalizado por la protección del medio ambiente y los recursos naturales, que en la actualidad, continua siendo una preocupación social.
Al señor Tejuca hay que preguntarle: ¿es que no se podían haber empleado estos fondos Feder para liberar y regenerar escombreras y continuar con el mejoramiento de los invernaderos y las plantaciones de flores ornamentales, plantas medicinales y frutales, como arándanos, manzanos, cerezos, castaños y experimentar con otros proyectos similares que posiblemente hubiesen creado bastantes puestos de trabajo? Pero, al señor Tejuca, supuestamente no le interesaba seguir con estos proyectos que había emprendido el señor Eduardo Abellán en la presidencia de Hunosa y quien le sucedió, el señor José Luciano Martínez Covelo, a través de una de sus compañías filiales Impasa, que asumió la restauración y el cuidado de la zona. Cuando en el año 1996 el señor Luis Manuel Tejuca adquirió el cargo de presidente de Hunosa decidió sustituir Impasa por Sadim y una vez quebrada la empresa las labores de restauración de terrenos con plantaciones se abandonaron; como referencia de tal abandono citemos las plantaciones de arándanos en la Braña del Río en Tuilla y el Cantil en las inmediaciones de Santo Emiliano, y la destrucción de la mejor plantación de manzanos que tenía Hunosa en la Matona, donde se invirtió un dineral que se ha despilfarrado por no mantener cuidadas las plantaciones y hacer una gestión nefasta de los recursos.
¿Por qué opto el señor Tejuca por el fracaso, el abandono y destrucción de Horplasa (Hortalizas y Plantas de Asturias S.A.); Plantaciones de Arándanos en La Braña del Río y el Cantil; Plantaciones de Manzanos en la Matona. Es decir, abandono total y destrucción de las plantaciones una vez cobradas las millonarias subvenciones procedentes de los fondos Feder destinados a dichos proyectos?
Hoy, al igual que ayer, el cultivo de los arándonos es rentable. En Asturias varios agricultores se dedican al cultivo del arándano por su rentabilidad y por las condiciones climáticas favorables que tiene Asturias para este fruto. Admitiendo estas realidades se puede afirmar: ¡Claro que sí!, que se podían haber invertido esos 2.900 millones de pesetas de los que habla el señor Tejuca en el Congreso de los Diputados en proteger, mantener y potenciar los proyectos existentes, en lugar, de destruirlos.
¿Cuántos puestos de trabajo continuarían produciendo estos proyectos si Hunosa con el señor Tejuca al frente no hubiese destruido las mencionadas plantaciones?
Las preferencias del señor Tejuca eran otras: la creación de Sadim Inversiones que le permitiría actuar libremente sin control alguno en la toma de sus decisiones, como en la orientación para la creación de las empresas, donde se iban a mover grandes subvenciones faraónicas, tales como Rioglass Solar, Diasa, Venturo XXI, Alas Aluminium, y un largo etcétera. Y, ¿que ha sucedido con estas empresas que tanto han elogiado el señor Tejuca, el señor Secades, el señor Marroquín, el señor Graciano Torre y otros que por clara deducción sobra el mencionarlos?: despilfarro total de las subvenciones, cierre por quiebra y sus trabajadores al ejército de parados.
Ante tales hechos hay que investigar la gestión de todos los señores ya citados y depurar responsabilidades de todo tipo y debe de ser el primer paso del nuevo Parlamento de Asturias para que la decencia se instale en el Gobierno, que tiene que dirigir los destinos políticos, económicos y sociales de nuestra región y como objetivo fundamental recuperar los millones de euros que, supuestamente, algunos gestores y cómplices de las empresas citadas se han embolsado mientras dejaban a sus trabajadores y familiares en situación de precariedad laboral y social.
