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A mi aire

Colegios y libros

Los gastos familiares en el inicio del curso escolar

Inicio de curso y se repite la historia de todos los años, así que contemplo a niños aferrados a sus padres, que lloran desconsoladamente, y a otros más "veteranos" que se alegran de reencontrarse con los compañeros del curso anterior. Todo una abigarrado mundo de mochilas multicolores bien cargadas, y carritos que resultan más prácticos por el volumen de material que los pequeños estudiantes deben llevar.

Lejanos quedan los tiempos que con simple un "Rayas", pizarra y poco más, era suficiente para los que se iniciaban, y la Enciclopedia Álvarez para los que les seguían en edad. Ahora, desde la más tierna edad, ves a los probes neños cargados como si fueran a la Universidad.

Sobre los libros hay un entramado de intereses que no hay modo de desmontar. En cortos ciclos de tiempo se da un giro radical, y pese a que los cambios globales se pueden resumir en medio folio, 2+2 siguen siendo 4, el picu Villa continúa en su sitio, y el Nalón mantiene su curso hasta Pravia, por citar algo cercano, y así todo lo demás, pero inexplicablemente los libros no sirven.

El problema resulta tan gravoso para la mayoría de las familias, que diversas organizaciones han tenido la buena idea de crear bancos de libros para aprovechar todo lo que se pueda de un curso a otro, que en algunos casos, por los dichosos cambios, no es mucho. Incluso en algunos centros concertados canalizan la compra hacia establecimientos determinados o ellos mismos los ofrecen, amén de los uniformes y prendas deportivas.

Cierto es que en alguno de los casos se ofrecen becas o talones para su compra a los más necesitados. Pero llevamos una vida entera en la que ningún Gobierno quiere meter mano al problema de raíz, que es aprovecharlos de un curso a otro, con un simple añadido de lo que se considere imprescindible, y el que los quiera nuevecitos pues que los pague.

No hay manera. Y las familias que tienen hijos que se llevan un año deben de pasar por el aro de hacer gastos que bien podrían dedicar a infinidad de cosas de primera necesidad.

Pues nada, que sobre todo los pequeñinos se integren pronto, y los papis a seguir haciendo agujeros en el cinturón.

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