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La regresión de Podemos

El viaje al centro de la formación de Pablo Iglesias

Resulta triste y decepcionante como, desde hace tiempo, la izquierda, por mor de buscar el centro político, es decir las clases medias y medias altas, cambian el discurso y se convierte en una de tantas descafeinadas opciones políticas. Esto, más o menos, es lo que a mi juicio le está ocurriendo a la emergente organización Podemos. La tildo de izquierdas porque eso me parece que es pese a que sus cabezas pensantes lo escondan, además porque amigos y amigas tengo en la misma y no me cabe duda de su opción de izquierda

La organización que en principio parecía ser una opción política regeneradora y aspiraba a un papel revolucionario, al menos de la sociedad española, se ha ido transformando en una opción socialdemócrata más, con lo que implica eso actualmente, una socialdemocracia perdedora y convertida en aquello de "gato negro, gato blanco, el caso es que cace ratones". La pregunta pertinente es: ¿para este viaje hacía falta tanto ruido? Sinceramente, pienso que no.

Es verdad que Podemos ha sufrido una descarnada persecución mediática, mediante campañas de desprestigio y feroces ataques a sus dirigentes; y no solo desde la derecha política y mediática o empresarial, sino también desde una izquierda que veía y ve una "innecesaria" competencia, utilizando mecanismos de propaganda para ningunear a la formación morada. Todo esto, es cierto; pero desde la organización se han hecho méritos y continúan en ellos para que muchas personas, que se habían acercado a ella con la voluntad de llevar a cabo o al menos de intentarlo la "utopía" del 15 M, se estén apartando de la misma y lo que es peor, decepcionadas. Que lo dicho no es ocurrencia propia, lo corroboran los numerosos artículos de opinión que se pueden visitar en la red; sin mentar la salida de la dirección del otrora fundador de Podemos.

No es bueno, yo así lo veo, la regresión de una organización que abrió tantas esperanzas de regeneración política en un país invadido por la corrupción y la anomia de una izquierda, me refiero a IU, que siempre se mantuvo al rebufo de un PSOE coincidente con el PP en numerosas ocasiones. Parecía que Podemos, sino remediarla, sí pondría coto a tal situación.

Pero lo cierto es que Podemos ha cogido miedo, han podido con ella, y ella misma en su obsesión por liderar el "centro del tablero político" (Pablo Iglesias, dixit), se ha ido diluyendo, ablandando y renunciando a todos los argumentos y a las propuestas, que en su momento fueron bandera e insignia de la formación del círculo. Pasaron de un programa económico radical, en el que la mano de Izquierda Anticapitalista se veía, a tratar y apoyar otro de la mano de Juan Torres y Vicenc Navarro que obedecía a premisas genuinas socialdemócratas. Ahora, se contrata la figura estelar de Thomas Piketty para elaborar el que parece ser definitivo de cara a las elecciones generales. Todo con la sola finalidad de provocar su rápida adscripción como una formación socialdemócrata al uso, lo que le impide no poder ya considerarse como una formación política representante de la izquierda transformadora; me temo, que esto poco o nada le interese no solo Pablo Iglesias, sino también al grupo dirigente, así como a los cabos de la organización de las diferente autonomías.

Desde su programa electoral original para las Elecciones al Parlamento Europeo en 2014, han desvirtuado u omitido muchas propuestas que fueron verdaderas invitaciones a estar de acuerdo con ellos, me refiero, entre otras, la de la Renta Básica. Así, también a lo referido en relación a la escuela privada y sus conciertos. Se echa de menos las referencia a la reforma laboral aprobada por el PP, así como la relación Iglesia Estado. Todo para salvaguardar unos hipotéticos votos de ese centro político que con tanto ahínco busca Podemos. Todo, muestra carencia, valentía y esencia política; carencias que convierten a las personas dedicadas a la política en charlatanes que solo aspiran a vender el "producto" cual mercado de feria.

Lo dicho, hasta aquí, no significa que no se pueda estar de acuerdo con varias de sus propuestas; pero en una inmensa mayoría la organización está resultando decepcionante; cosa que tal vez no sea descabellado pensar estaba prevista en el embarazo y parto de Podemos. No sé... ¿Qué pasará con las energías que, posiblemente, se hayan malbaratado? Esperamos.

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