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Mieres, el problema del Soft Computing

Las regulaciones y recortes del centro de lógica difusa del campus

Aquello de que al perro flaco todo se le vuelven pulgas es una verdad incuestionable que la realidad, tozuda, se empeña en recordarnos todos los días. Leíamos estos días que el centro europeo de Soft Computing, instalado en Mieres (recuerden, en Mieres, sólo así entenderán el problema) anunciaba un expediente de regulación de empleo porque los ingresos que se generaban solo suponían el 40% del gasto total, todavía. Es decir, no respondían a unas expectativas pensadas por alguien.

Con financiación de Cajastur, el Principado y los sindicatos mineros, a través de los Fondos Mineros, se creó un patronato en el que también estaba la Universidad de Oviedo, y se ubicó el centro, con calzador, en el recinto del Campus de Mieres.

Explicaré lo del calzador: el entonces rector de la Universidad, molesto porque no había participado en la génesis del centro, mostraba reticencias a que éste ocupara parte del edificio de Barredo. Se decía que había poco espacio para las actividades propias; desde luego, éste no sobraba, con despachos cerrados; una parte importante, si no toda, del archivo general; equipamientos centrales informáticos; y hasta un aparcamiento subterráneo; es cierto que el espacio no sobraba.

Fueron muchas las quejas emitidas por los responsables del Soft Computing y muchas las quejas trasladadas por el Ayuntamiento a distintos responsables del gobierno del Principado sobre desencuentros por el uso de las instalaciones, encontrándose los equipos de investigación muy constreñidos.

Hasta que no se inauguró el edificio de investigación no se mitigó el problema, aunque no me consta que, a día de hoy, esté resuelto.

Ahora, una inversión, procedente de los Fondos Mineros, con un prestigio mundial, tal como se deduce de las advertencias y quejas emitidas estos días ante el anuncio del ERE, que no debe tener exclusivamente un animo de lucro, al menos inmediato, y que prestigia a nuestra autonomía, está en peligro.

Mieres, las Cuencas, Asturias no pueden permitirse perder este centro europeo, referente del I+D, procedente del dinero mejor invertido de los Fondos Mineros tan vituperados. El campus y este centro deberían ser la insignia de un cambio de contenido de las comarcas deprimidas.

Esperamos escuchar las voces y las soluciones de los entes concernidos, que pongan fin a esta situación de precariedad.

¿Cómo dice? , empiezo a explicármelo.

A ver cuánto dura el silencio de quienes redujeron sus aportaciones al proyecto del centro. A ver cuánto dura el silencio de quienes deberían pegar un puñetazo sobre la mesa y solucionar esta locura.

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