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Francisco Palacios

Líneas críticas

Francisco Palacios

Leyes y leyendas del descubrimiento de América

Las interpretaciones políticas de este importantísimo momento histórico

La historia se suele utilizar como arma arrojadiza con los fines políticos más diversos. Se condenan o exaltan hechos ocurridos hace siglos como si siguieran operando en el presente al margen de la mentalidad de la época, de las circunstancias históricas que los hicieron posible y de los personajes que los protagonizaron. Y como si pudiéramos alterar un pasado que ya no depende de nosotros. De ahí que muchas interpretaciones históricas de las grandes gestas estén plagadas de leyendas negras. Y de leyendas doradas.

En tal sentido, días pasados surgió de nuevo el debate con motivo de la festividad del doce de octubre. La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha calificado de "vergüenza" que el Estado celebre un genocidio, refiriéndose a la fecha del descubrimiento. Casi en los mismos términos se expresó el alcalde de Cádiz, José María González. Y hace unos meses, un concejal de Mijas votó en contra de que una calle de su pueblo se llamara "Descubrimiento", utilizando igualmente el pretexto del genocidio.

Asimismo, algunos actores condenaron acerbamente la conmemoración y en cambio apoyaron el "Día de la resistencia indígena", que desde hace algunos años se viene celebrando oficialmente en Nicaragua y Venezuela. El indigenismo considera la etapa imperial española como algo nefasto y pretende volver a una utópica América precolombina.

Esta polémica recurrente, una versión posmoderna de la leyenda negra, se centra en los aspectos más negativos del descubrimiento y la conquista de América. Es innegable que en América se cometieron múltiples tropelías, crímenes, extorsiones, actos criminales. Diferentes formas de esclavitud. Si bien el imperio español fue acaso menos cruel y depredador que otros imperios modernos, como el inglés o el holandés.

La expresión "leyenda negra" fue divulgada y analizada profundamente hace un siglo por el poliglota, sociólogo e historiador español Julián Juderías en un libro del mismo título. Juderías define esa leyenda antiespañola como "el conjunto de acusaciones que en todo tiempo se han lanzado contra España, negando o ignorando de forma sistemática todo aquello que es favorable y hermoso en las diversas manifestaciones de la cultura y el arte".

Por su parte, José Mujica, que fue un guerrillero tupamaro, con varios años de cárcel, antes de ser presidente de su país, se manifestó indirectamente sobre el tema de la leyenda negra en una de sus últimas visitas a España. Lo hizo en una entrevista concedida a Televisión Española siendo presidente de Uruguay, "ese país situado en una esquina importante del mundo".

Mujica declaró entonces que, al ser descendiente de españoles, sentía una gran nostalgia por España. Que pensaba en castellano, "y no es poca cosa eso". Dijo además que gentes de su época estaban muy embebidas del acontecer de España y se interesaban mucho por su literatura, sobre todo por los autores de la generación del noventa y ocho. Para Mujica, el descubrimiento y la conquista, como todas las grandes gestas históricas, tenían sin duda su lado oscuro y perverso.

Pero al mismo tiempo destacaba el expresidente que, además de las luchas y los dolores, España diseminó por América Latina a mucha gente valiosa, "gente que también sembró la cultura en aquel continente". Y dejando aparte idearios y posiciones políticas, "los españoles dejaron muchas cosas imposibles de medir, que son el acervo de nuestro modo de ser, que constituyen la matriz esencial de América".

En efecto, y a pesar de la leyenda negra, los españoles llevaron a América técnicas, instituciones; construyeron ciudades, audiencias, hospitales, escuelas, universidades, incalculables obras de arte, vías de comunicación. Y también el idioma, la religión, el mestizaje y leyes que, en teoría, trataban de proteger los derechos de los nativos.

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